Ruego al Dios eterno.
 
Los seres humanos nos deberíamos de comprometer a renunciar a las fuerzas espirituales de la maldad, y la crueldad, rechazando los poderes malignos que gobiernan sobre este mundo. Resistiendo las injusticias y la opresión en cualquier forma que se presenten. Aborreciendo el mal y amando tan solo la verdad. La avaricia, la injusticia y la maldad están destruyendo esta tierra.
 
¿Se acabará esta tierra tal como la conocemos? Sí.
 
¿Debemos de tener miedo? Un rotundo No.
 
¿Necesitamos de cuidar este planeta junto a todo lo que lo habita? Sí.
 
El verdadero Dios eterno hará que todas las cosas sean hechas nuevas.
 
La avaricia, la codicia y las injusticas son el problema actual y el del pasado. Si cada uno de nosotros los seres humanos nos cuidáramos los unos a los otros, protegiéramos las especies de animales, salváramos la naturaleza, y creyésemos tan solo en un Dios que tan solo es luz y amor, entonces la codicia y las injusticias desaparecerían del planeta tierra.
 
¿Podemos nosotros acabar con todas las injusticias de este mundo? No.
 
¿Debemos oponernos a las injusticias? Sí.
 
¿Necesitamos detener la codicia y el mal? Sí.
 
Necesitamos reconectarnos con la tierra, vivir de manera más simple, y dejar de depender del mundo materialista y consumista que conocemos. Debemos de rechazar los imperios injustos y las civilizaciones pavimentadas malvadas y destructivas.
 
Vivimos en una tierra con una gran cantidad de injusticias, pobreza, desigualdades económicas, falta de agua potable y medicinas, niños desamparados, racismo, sexismo, desastres naturales, guerras, terrorismo, narcotráfico, corrupción, trata de personas, falta de vivienda entre otros cientos de problemas más.
 
Pero la buena noticia es que El Dios bueno y Santo predicado por Jesús de Nazaret pondrá fin definitivo a toda clase de injusticia y sufrimiento humano. Todo lo que es malo e injusto será destruido.
 
Es falso que El Dios eterno que tan solo es bueno, es quien permite que exista el sufrimiento, las injusticias y desigualdades en la tierra. El Dios que ama el bien detesta el mal y todo lo que es dañino, es así de simple. El Dios del antiguo testamento que se revela como un dios de amor y que, a la vez, también se revela como un dios de odio y rencor, no es el Dios de amor predicado por Jesús de Nazaret.
 
El Dios eterno todo poderoso perdona todas nuestras ofensas, perdona todos nuestros pecados porque es un Dios siempre justo.
 
El Dios eterno todo poderoso nos libra de todo mal y de la maldad. Nos protege de las artimañas y asaltos del diablo. Y nos libra de la condenación eterna. Como también nos libra del orgullo, la vanagloria, la codicia, la envidia, el odio, la malicia, de toda falta de caridad y de la hipocresía.
 
El Dios eterno todo poderoso no libra de todos los afectos desordenados y pecaminosos; nos libra todos los engaños el mundo, de los deseos de la carne y de las asechanzas del enemigo. El Dios eterno todo poderoso nos libra de las falsas iglesias y de las falsas doctrinas, nos libra de los pastores hijos del diablo y de las blasfemias y herejías.
 
El Dios eterno todo poderoso nos protege de los relámpagos y de las tempestades, de los terremotos, incendios e inundaciones. Como también nos protege de las plagas, hambrunas y pestilencias. El Dios eterno todo poderoso nos libra de los ladrones, corruptos y estafadores,
de las conspiraciones y de toda clase de opresión y rebelión, al igual que nos libra de las guerras y la violencia. 
 
El Dios eterno todo poderoso nos libra de ser asesinados, y de morir de manera violenta.
 
Dios todo poderoso, te ruego para que envíes la verdad a través de hombres sinceros y honestos, santos y perfectos, para que los falsos pastores no extravíen a tu pueblo. Haz posible que todas las naciones escuchen tu palabra, pidan perdón y se conviertan.
 
Dios todo poderoso, para tì es posible hacer que cesen las guerras y que haya paz en todo el mundo. Concédele la libertad a todos los pueblos, a todas las naciones. Ten compasión por todas aquellas personas que se encuentran cautivas, desamparadas y por los hambrientos, desolados y oprimidos de este mundo.
 
Dios todo poderoso, haz posible que no continúen destruyendo la tierra y protege tanto a los seres humanos como a todos los animales. Haz posible de que haya alimentos suficientes para toda la raza humana. 
 
Así sea.

 

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.