¿Por qué motivo la adicción religiosa es más peligrosa que la adicción a las drogas?

 

En el mundo hay distintos tipos de drogas adictivas para todos los gustos al igual que hay cientos de miles de narcotraficantes dispuestos a darle la dosis diaria a los adictos porque su comercialización les genera millones de dólares en ganancias, de igual manera sucede con quienes se inventaron las redes sociales o los teléfonos celulares, tecnología asesina que también es muy adictiva pero la peor de las adicciones es la del tipo religioso y al igual que las anteriores se presenta de distintas formas según sea el gusto de los adictos fanáticos religiosos, este tipo de droga "espiritual" les representa cientos de millones de dólares en ganancias a cada uno de estos codiciosos y sinvergüenzas hombres de negocios  comerciantes de la espiritualidad.   

 

La religión es una adicción impuesta no muy diferente que la del sostener a un bebé e inyectarle pequeñas dosis de heroína, e ir aumentando las dosis en la medida en que el bebé bebe va creciendo, la religión es tan venenosa y atractiva, para muchos, como la misma cocaína o la heroína.    

 

Muchas personas pueden ingerir pequeñas dosis y con moderación, mientras que otras se ven tan atraídas hacia sus creencias religiosas que de manera inevitable los conduce hacia su propia autodestrucción, esto incluye lavados de cerebro, intensos sentimientos de culpa o de euforia, esperanza, alegría, absolución, seguridad, inmortalidad, certeza, pureza, propósito, pertenencia o superioridad.  

 

Cualquier cosa que proporcione una alteración del estado de ánimo puede tener consecuencias muy negativas y es dicha alteración de conciencia la que conduce a la adicción.    

Es demasiado peligroso para la integridad del ser humano cuando se convierte al Dios en el cual se cree en una droga adictiva, es muy distinta una espiritualidad saludable a una religiosidad fanática adictiva.    

 

Renunciar de golpe a una creencia religiosa adictiva les produce a sus creyentes el mismo síndrome de abstinencia como la sienten los adictos a las drogas cuando estos no las tienen en sus cuerpos pues no existe diferencia alguna entre tratar de dejar las drogas y el tratar de dejar a un lado el fanatismo religioso.   

Debe de quedar muy en claro que no me estoy refiriendo al hecho de que no se debe de tener ningún tipo de creencia hacia algún tipo de divinidad a lo que me refiero es a que se debe de hacer con moderación y mucha inteligencia responsabilidad al no permitir que sean otras personas las cuales se hacen llamar líderes religiosos quienes sean los que tengan que gobernar o dirigir nuestra vida espiritual la cual debe de ser muy íntima y personal.    

 

Nuestra vida espiritual no se le puede confiar a cualquier persona, en este mundo debemos de ser muy desconfiados porque la mayor parte de los distintos líderes religiosos son lobos vestidos de ovejas o simplemente son pastores hipócritas y fraudulentos que tan solo van en busca de las riquezas materiales.    

 

El solo hecho de que el cristianismo sea verdadero, o sea real, esto no significa que los distintos tipos de religiosidades estén representando al verdadero cristianismo de la manera primitiva y original sin adulterarlo debido a conveniencias personales.    

Los fanáticos son personas que se dejan atrapar por versiones tóxicas de la religión las cuales los conducen hacia la adicción como lo es la ambientación y la música subliminal que los recibe cuando entran a estos centros de culto llamados templos o iglesias moviendo de esa manera sus emociones hasta tal grado de llevarlos a la euforia y la excitación, es en esos momentos cuando sufren una gran transformación porque estarán tan entusiasmados que entregarán todo su cuerpo, su mente y su alma al igual que todo lo que tengan en sus bolsillos, carteras o billeteras a quienes los están controlando desde el pulpito sin darse cuenta de que es en esos momentos que les están es haciendo un maldito lavado de cerebro.    

 

¿El Por qué motivo tener que experimentar experiencias místicas en la presencia de otros creyentes cuando la espiritualidad debe de ser solitaria, íntima y muy personal?   

 

Los distintos líderes religiosos saben muy bien que la única manera de conseguir sus objetivos relacionados a la adquisición de grandes fortunas o riquezas materiales es convirtiendo a Dios en una droga muy atractiva y adictiva y es a estos lugares en donde llegan muchos hombres borrachos, degenerados o drogadictos para dejar la adicción anterior para cambiarla por otro tipo de adicción de tipo religioso, esto significa que cambiaron una adicción por otra adicción, antes el dinero se lo consumían en drogas o alcohol, ahora nada ha cambiado porque el dinero que ya no se gastan en drogas va a parar a las manos codiciosas de sus líderes religiosos, nada era gratis.    

 

Muchas personas utilizan la religión para evitar problemas sociales y emocionales, como también son muchas las personas que son tan adictas a la religión hasta el punto de descuidar a su propia familia y hasta el mismo trabajo, pues es más importante su iglesia y su líder religioso que sus propios hijos o la pareja con la cual convive-     

 

La adicción religiosa aísla al adicto religioso de sus amigos y de muchas actividades externas porque les han hecho creer que es allá afuera en donde se encuentra el mundo del diablo o satanás sin darse cuenta que el mismísimo satanás es su propio líder religioso quien es el que le gobierna su vida a su antojo y como se le venga en gana.  

  

El adicto se siente irritado y actúa a la defensiva cuando alguien cuestiona su religión al igual que se golpea a si mismo por considerarse ser un pecador o culpa a los demás por no querer arrepentirse, como también cree que el sexo es muy vergonzoso o muy sucio sin enterarse que dentro de su misma comunidad o iglesia hay muchos pervertidos y degenerados sexuales comenzando desde la cabeza que es su líder religioso.    

Los líderes religiosos usan la religión de manera adictiva para poder manipular, engañar y controlar a las personas a las cuales les suministra o le inyecta su droga religiosa adictiva a su antojo amenazando a sus ingenuos creyentes con supuestas maldiciones o juicios finales provenientes de un dios vengativo y lleno de ira.    

Ser adicto es estar esclavizado a un hábito o una práctica cualquiera hasta el punto de creer que si no depende de esa adicción su mundo se le va a derrumbar.   

 

Si eres adicto a la religiosidad entonces no tienes moral alguna para juzgar a quienes tienen la adicción hacia los juegos, la pornografía, las drogas o el alcohol pues te estarías convirtiendo en un hipócrita que predica, pero no práctica.     

 

En el mundo hay tantos dioses distintos como iglesias y creyentes y son muchas las personas que se liberan de haber sido engañados en una iglesia cualquiera para trasladarse a otra iglesia la cual cree que esa si es la verdadera, esto no es otra cosa que cambiar un tipo de droga o adicción religiosa por otra que le ofrece mayores placeres, gozos y sentimientos.    

 

Cuando muchas personas han luchado mucho contra las adicciones o vicios comunes como lo son el alcohol, las drogas o el sexo, piensan: “Si tan solo pudiéramos volvernos adictos a algo bueno”, es entonces cuando deciden entregar su voluntad y su vida a Dios para caer en las garras de todos estos degenerados y codiciosos hombres empresarios y de negocios que se hacen llamar pastores o líderes espirituales o religiosos.    

 

Estas personas se habrán emocionado tanto con este Dios que los va a salvar de la destrucción y los va a liberar de los comportamientos y sustancias que amenazaban con matarlos, que no se detuvieron a pensar por un momento en que clase de Dios es que irían a creer, pues está escrito a nivel bíblico que no se le debe de temer a las cosas que matan el cuerpo sino a aquellas que tienen el poder de matar y de destruir el alma o la vida espiritual y eso es lo que hacen exactamente en todos estos antros malditos a los cuales llaman iglesias, templos o centros de culto, estas personas habrán dejado las drogas que matan el cuerpo para cambiar dicha adicción por otra adicción que no solo mata al cuerpo sino que también mata al alma.     

 

La verdadera espiritualidad es saludable y no es adictiva, se trata es de una relación íntima, personal y no es de multitudes, la verdadera vida espiritual no causa síndrome de abstinencia porque es sencilla, humilde, amorosa y desinteresada la cual no practica ningún tipo de actividad religiosa, la verdadera vida espiritual no hace sentir culpable a las personas, más bien los invita al cambio, la regeneración y a la transformación interior para poder ser libres.    

 

Una relación saludable con Dios significa que nos enfocamos en él y en los demás más que en nosotros mismos.   

Cuando se pone en peligro nuestra relación con los demás es porque somos adictos religiosos y es dicha adicción la que nos aleja de nuestra propia familia y amigos, aislándonos con otras personas por no tener creencias afines.   

 

Los líderes religiosos siempre han utilizado a Dios como si fuera una droga, usando la biblia y la religiosidad para inyectársela a sus ingenuos creyentes de manera muy astuta y disimulada, bien sea mediante la predicación, la música, las alabanzas,  el mencionar mucho al diablo, el pecado, la ira de Dios, el juicio final, el adicto religioso sigue al pie de la letra todo lo que le dicen sus líderes sin cuestionarlos y permiten ser controlados a través de doctrinas, dogmas y creencias las cuales no permiten ser verificadas.

 

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.