Hay bastantes versículos que afirman que el "dios" del antiguo testamento puede bendecir y también maldecir. Como también enseña a maldecir a sus elegidos y profetas.
Deuteronomio 11:26
He aquí, hoy pongo delante de vosotros una bendición y una maldición:
Deuteronomio 30:19
Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia.
Deuteronomio 30:1
Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú {las} recuerdes en todas las naciones adonde el Señor tu Dios te haya desterrado.
Salmos 37:22
Porque los que son bendecidos por el SEÑOR poseerán la tierra, pero los maldecidos por El serán exterminados.
Deuteronomio 11:29
Y acontecerá, que cuando el SEÑOR tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal.
Deuteronomio 27:12-13
Cuando pases el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín. Y para la maldición, éstos estarán en el monte Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.
Josué 8:34
Después Josué leyó todas las palabras de la ley, la bendición y la maldición, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley.
Malaquías 2:2
Si no escucháis, y si no decidís de corazón dar honor a mi nombre --dice el SEÑOR de los ejércitos-- enviaré sobre vosotros maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y en verdad, {ya} las he maldecido, porque no {lo} habéis decidido de corazón.
La forma más sencilla de definir una maldición es decir que es lo opuesto a una bendición.
Jesús de Nazaret, en lugar de maldecir bendice.
Lucas 6:28
Bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan.
Romanos 12:14
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
Santiago 3:10
De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
La maldición generacional desde los episodios del jardín del edén.
Desde los episodios del jardín del edén toda la creación, toda la tierra y todos los seres humanos están bajo una maldición o esclavitud, que es la que ocasiona todas las crueldades e injusticias sobre este mundo. Por una simple desobediencia de Adán y Eva. Si es este "dios" fuera el verdadero Padre de Jesús, entonces hubiera perdonado esa simple desobediencia y no se hubiera pasado estas maldiciones de generación en generación hasta nuestros tiempos.
Supuestamente el pecado entró en el mundo por la desobediencia de Adán y Eva, esto significa que las maldiciones de dios del antiguo testamento son las que hacen que los seres humanos pequen de manera continua.
Todo lo malo que le sucede a las personas en este mundo son ocasionadas por las maldiciones del dios del antiguo testamento. Estas maldiciones incluyen el sufrimiento, las injusticias, las enfermedades, las desigualdades sociales, las guerras, los conflictos y las discriminaciones. Cada enfermedad, cada fracaso, cada accidente, cada tipo de pobreza, son maldiciones.
Pero esta misma entidad también puede bendecir de manera económica a quienes le sirven con lealtad, y así es que
aparecen los ricos y poderosos de este mundo, incluyendo a los lideres religiosos con inmensas riquezas materiales.
La naturaleza y características de las maldiciones.
Las maldiciones simplemente es lo opuesto a las bendiciones: No todos los asuntos desagradables o indeseables son el resultado de una maldición.
Las maldiciones son reales no son simplemente una superstición. Las bendiciones y las maldiciones son fuerzas reales en este mundo. La Biblia habla mucho sobre este tema. Una maldición es una fuerza sobrenatural que trabaja para traernos daño y destrucción, y/o impedirnos recibir las bendiciones del verdadero Dios.
La buena noticia es que Jesús puede romper con esas maldiciones generacionales y cambiarlas por bendiciones para poder tener la bendición del Dios eterno. La bendición del Dios eterno es más poderosa que cualquier maldición.
Pero si no reconocemos cuales son las maldiciones generacionales y cómo funcionan, podemos vivir bajo su influencia de ellas innecesariamente.
Una maldición generacional es una maldición que se transmite a través de la línea familiar de una generación a la siguiente. Recibimos una herencia espiritual de nuestros padres, y esta herencia espiritual incluye tanto bendiciones como maldiciones. Éxodo 36:7 dice que Jehová visita “la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación”.
Cuando se rompen las maldiciones generacionales las enfermedades son sanadas y las personas son transformadas, el sufrimiento y la pobreza habrán desaparecido. Como creyentes en Cristo, no tenemos por que vivir bajo el poder de ninguna maldición generacional.
Nuestras palabras tienen poder, Jesús dice esto:
“De una misma boca proceden la bendición y la maldición. Hermanos míos, estas cosas no deberían ser así”. ( Santiago 3:10 )
Esto significa que los seres humanos también tienen la facultad para poder bendecir y también maldecir.
Nuestras palabras tienen la capacidad de traer gran aliento y bendición a los demás, pero también pueden tomar la forma de una maldición . Con las palabras personas dañinas pueden lanzar maldiciones en contra de otras personas. Muchos seres humanos necesitan ser liberados del poder de las palabras destructivas para que puedan ir más allá de las maldiciones que se lanzaron sobre ellos.
3 - Maldiciones ocultas.
Aquí las maldiciones son lanzadas intencionalmente por aquellos que están involucrados en prácticas ocultas como la magia negra, la hechicería, la brujería y el satanismo. En donde maldicen a otras personas a través de rituales, hechizos, encantamientos y otras actividades demoníacas. Estos son algunos de los “dardos de fuego del maligno” que debemos desviar con el escudo de la fe. ( Efesios 6:16 )
Las maldiciones no son algo a lo que debamos temer. Si caminamos con el Señor y no tenemos puertas abiertas en nuestras vidas, las maldiciones no pueden caer sobre nosotros. Pero debemos ser conscientes de que esto es una realidad y confiar en que el Espíritu Santo expondrá cualquier forma en que el enemigo busque atacar a través de practicantes de ocultismo.
Si crees que estás siendo influenciado por una maldición, haz una oración como la que aparece a continuación y ¡libérate!
“ Señor Jesús, gracias te doy por cambiar las maldiciones en bendiciones, para poder ser redimido de toda maldición y recibir la bendición de Dios. Por Tu obra terminada, te pido que me liberes de toda maldición que esté sobre mi vida. Renuncio a los pecados de generaciones anteriores y me alejo de cualquier maldición generacional que esté sobre mi vida.
Específicamente, Yo __________________... ¡También rompo cualquier maldición que alguna vez se haya dicho sobre mí y ordeno a cualquier espíritu asociado con maldiciones que abandone mi vida ahora mismo!
El espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.