El cristianismo original fue adulterado.
 
La religión es un buen negocio. Un negocio multimillonario. ¿Por qué crees que no debes cuestionar lo que te dicen que es verdad? ¿De verdad crees que lo que te dicen tiene algo que ver con Dios? El dios del antiguo testamento fue creado por humanos basándose en creencias previas. 
 
Si cuestionas lo que te dicen que creas, hay posibilidades de que le des la espalda a la religión, especialmente con un libro tan lleno de contradicciones y odio. Si haces eso, la iglesia pierde dinero y eso es malo para su negocio. La iglesia no puede permitir eso. Los seguidores deben seguir ciegamente las Escrituras para que el negocio funcione como está.
 
El cristianismo significa seguir las enseñanzas de Jesús, y no las creencias inventadas de Pablo. Constantino y el Papa de turno se confabularon para incluir algunos escritos, modificar otros y destruir los escritos que no incluyeron por conveniencia.
 
Jesús les dijo a algunos judíos: “¡Os es necesario nacer de nuevo!” Dijeron: "No podemos entrar al útero de nuestra madre por segunda vez". Jesús dijo: “Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es Espíritu. 
 
Ser cristiano según la Biblia es nacer de nuevo. Cuando una persona le pide sinceramente a Jesús que entre en su corazón y cree en su mensaje, nace de nuevo. Dios le da a esa persona un espíritu nuevo, nacido de Su Espíritu. Se convierten en hijos de Dios. Es una experiencia transformadora.
 
La mayoría de la gente no sabe que la religión es un mal que Cristo vino a invalidar y liberar a quienes han sido encadenados por ella.
 
El establecimiento religioso de los días de Jesús, así como el de hoy, está poblado por hombres malvados y codiciosos que no quieren entrar al reino eterno de Dios y no permiten que otros entren. La religión es una herramienta demoníaca utilizada por los hombres para controlar las vidas y los recursos económicos de sus seguidores diciéndoles mentiras que apelan a sus necesidades mientras se presentan como la mediación entre Dios y los seres humanos.
 
Jesús expuso este fraude llamado religión (incluido el cristianismo católico y protestante). Y reveló a la humanidad que el Dios Todopoderoso es en realidad nuestro Padre, que es extremadamente amoroso, bondadoso, fiel. justo, recto, perfecto e incluso mucho más accesible que los seres humanos visibles de modo que no se necesita ninguna otra mediación para llegar a él aparte de Cristo.
 
Cristo es nuestro único Pastor, nuestro único Salvador. Cualquier otra persona que se presenta ante nosotros como pastor o líder religioso es simplemente un intruso, un ladrón y salteador, cuyo único interés es defraudar y engañar a los ingenuos creyentes. La iglesia de Jesús tiene un solo líder o pastor, y su nombre es Cristo. 
 
Cuando estos creyentes quieren escuchar a Dios, hablan con un “pastor” de una iglesia muerta que es esencialmente una oficina comercial para comprar y vender. Mientras que se supone que nosotros mismos podemos hablar con Dios cuando queramos. ya que él siempre está con nosotros dondequiera que estemos. Dios es nuestro padre, no necesitamos de ningún pastor, profeta, etc. para llegar a él. Jesús entró en la iglesia y expulsó a los pastores, los golpeó con un látigo y derribó sus mesas de cambio porque convirtieron la iglesia de un lugar de oración en una cueva de ladrones exactamente como lo es hoy en día. 
 
Jesús ciertamente no entraría ninguna de esas falsas iglesias cristianas si regresara físicamente a la tierra ahora mismo. No necesitamos una religión, solo necesitamos el mensaje de la salvación que Cristo trajo a este mundo, eso es todo. 
 
Si los cristianos estuvieran formados de acuerdo con las enseñanzas y mandamientos de Jesús, el nombre cristiano o cristianismo habría sido fiel a su significado original pero la realidad es que el cristianismo de hoy en día se basa en todo menos en Cristo. 
 
El cristianismo original comenzó con las enseñanzas de un hombre llamado Jesús, pero hoy se ha fracturado este mensaje en miles de sectas, denominaciones, enseñanzas y sistemas de creencias diferentes, cada una de las cuales afirmando que tan solo lo que ellos enseñan es lo correcto y todas las demás versiones están equivocadas. Cada año, más y más “líderes religiosos” cristianos se revelan como fraudes inmorales, ladrones y pervertidos. 
 
El Cristianismo original fue adulterando, sus enseñanzas fueron modificadas al crear sincretismo religioso. Jesús de Nazaret no tiene linaje guerrero, Jesús no fundó ninguna iglesia guerrera, codiciosa, rica y poderosa. Jesús nunca portó espada, se negó a defenderse cuando lo atacaron y enseñó a amar a los enemigos. Dar a los que piden. No adorar el dinero. Poner la otra mejilla. Jesús, el Fundador del cristianismo original les dijo a sus discípulos que si querían ser salvos, tendrían que seguir su ejemplo y hacer lo mismo.
 
Esta persona llamada Jesús no está representada por nuestra civilización, por nuestro mundo, por nuestros políticos, por nuestras estrellas del cine y la televisión, ni por nuestros sacerdotes o lideres religiosos protestantes. Jesús es prácticamente un desconocido. Y también lo son sus verdaderas enseñanzas. 
 
Las acusaciones de que el cristianismo original ha sido corrompido hace mucho tiempo no es nada nuevo. La iglesia católica y las sectas protestantes comenzaron a separarse del verdadero mensaje de Jesús, traicionando y corrompiendo las enseñanzas originales del Cristo Salvador. 
 
¿Por qué motivo adulteraron las enseñanzas originales de Jesús de Nazaret?
 
Aquí está la respuesta:
 
El mensaje central de Jesús de Nazaret es la vida eterna. Y para lograrla se hace necesario dejar las riquezas materiales.
 
Este mensaje va en contra de los intereses codiciosos de los lideres religiosos, por lo tanto crearon sincretismo religioso que se acomodará a sus verdaderos intereses de codicia, control, poder y riquezas materiales. No entran ni dejan entrar al reino eterno. Son los hijos del diablo.
 
Desde los tiempos de Constantino el emperador Romano pagano, El Nuevo Testamento católico y protestante quedó compuesto por cuatro evangelios tan solo Mateo y Juan fueron discípulos de Jesús, junto con un puñado de cartas de Pablo, Pedro, Santiago y Judas.
 
Al tomar las decisiones, la iglesia católica demostró favoritismo hacia un autor en particular: Pablo, quien escribió 14 de los 27 libros del Nuevo Testamento y ni siquiera conoció a Jesús en carne. Realmente el nuevo testamento son las cartas paulinas y no el mensaje central de Jesús. El mensaje original de Jesús era mucho mas extenso, pero en los primeros tiempos la iglesia Católica y Constantino hicieron desaparecer dicha documentación. Afirmando que todos estos textos perdidos eran representaciones erróneas del cristianismo y, por tanto, merecían ser destruidos.
 
Sin embargo, este argumento es falso, ya que la iglesia católica está argumentando su caso con evidencia que ha admitido haber manipulado. Por lo que sabemos, la gran mayoría de los cristianos de los dos primeros siglos prefirieron estas escrituras prohibidas a las que canonizó la iglesia católica de manera oficial. 
 
Antes de Constantino, los creyentes habían sido una comunidad pura de héroes desinteresados, personas tan comprometidas con servir a Jesús que soportaban cualquier dificultad. Después Constantino, nace la nueva iglesia quien altera por completo el mensaje central de Jesús respecto a la vida eterna.
 
Por orden de Constantino, 1.800 obispos de todos los rincones del imperio fueron invitados a asistir a un gran concilio eclesiástico en Nicea, pero sólo unos 300 respondieron a la convocatoria imperial, tal vez porque se dieron cuenta de que Constantino tenía la intención de presidir la reunión él mismo. La idea de un emperador romano presidiendo los asuntos de la iglesia debe haber sido muy intimidante y preocupante para los cristianos de esa época.
 
En el centro del asunto del concilio a abordar había una pregunta simple: ¿Jesús siempre había sido Dios, o había sido simplemente un hombre que en algún momento se convirtió en Hijo de Dios? En otras palabras, ¿hubo un tiempo en el que sólo existió el Padre, pero no el Hijo? Esta no era una mera cuestión académica. Si Jesús fue originalmente un hombre que luego se convirtió en Hijo de Dios, eso implicaba que otros hombres potencialmente también podrían convertirse en Hijos de Dios. Y si otros pudieran convertirse en Hijos de Dios, entonces nadie necesitaría de la iglesia para su salvación, sino que podría lograr esa meta por sí solo, de la misma manera que lo hizo Jesús en calidad del Cristo. 
 
En esa reunión se decidió que Jesús siempre había sido Dios y que otros hombres no podían seguir sus pasos para lograr el mismo resultado. El concilio declaró que las almas de los hombres no eran como el alma de Jesús y no poseían, en sí mismas, un potencial inherente para la divinidad. Si bien el espíritu de Cristo siempre había existido, decidió el concilio, que el espìritu del hombre era una cosa creada y no llegó a existir hasta que la persona nació físicamente. Había, pues, un enorme abismo entre Dios y el hombre, y la iglesia era el único puente entre ellos. En resumen, el hombre tuvo que depender de la iglesia para adquirir la vida eterna. Porque no tenía un espíritu que fuera eterno.
 
Comenzaron las persecuciones contra los verdaderos cristianos desde los primeros días del Imperio Romano, cualquiera que se negara a jurar lealtad al emperador era ejecutado, y esto no cambió sólo porque Constantino se convirtiera. Después del Concilio de Nicea. Todos los que practicaran las versiones contrarias al nuevo cristianismo inventado y adulterado durante el Concilio de Nicea fueron etiquetados como enemigos del Estado y los funcionarios comenzaron a perseguirlos. Estas nuevas persecuciones implicaron una censura literaria sin precedentes, comenzando con la orden del emperador Constantino de que todos los escritos del teólogo cristiano Arrio debían entregarse a las autoridades para que los quemaran, y que cualquiera que fuera descubierto escondiéndolos sería ejecutado. 
 
Al igual que antes, todos se vieron obligados a jurar lealtad a la religión oficial del estado o sufrir un duro castigo. En lugar de ser presas, los cristianos ahora eran cazadores. Los líderes de la Iglesia se convirtieron en cazadores de “herejes”, matando sin piedad a cualquiera que se atreviera a no estar de acuerdo con ellos. Todos los escritos que no coincidieran con las enseñanzas oficiales de la iglesia católica fueron prohibidos y quienes los leyeran corrían el riesgo de ser asesinados. 
 
Miles de libros fueron destruidos, y con ellos cientos de miles de “herejes”. Menos de 100 años después de la conversión de Constantino, la iglesia incendió la famosa Biblioteca de Alejandría en Egipto. Continuó lanzando campañas similares durante los siguientes 1.000 años. Masacró a decenas de miles de “herejes” cristianos en Francia en la cruzada albigense de 1209-1255, y posiblemente a cientos de miles más durante la Inquisición. Cuando se inventó la imprenta en el siglo XV, la iglesia exigió el derecho de aprobar todos los manuscritos antes de su publicación. La iglesia incluso se negó a permitir que la gente leyera su propio libro. Por improbable que parezca hoy en día, en realidad era ilegal poseer la Biblia, y el simple hecho de leerla se consideraba prueba de que alguien era hereje. De hecho, hombres y mujeres fueron quemados en la hoguera por leer la Biblia católica romana. Evidentemente, algo había salido terriblemente mal. El cristianismo había tomado un rumbo equivocado. El amor se había transformado en odio y miedo.
 
Hasta el día de hoy, se va en búsqueda del cristianismo original debido a la destrucción de gran parte del mensaje predicado por Jesús.
Donde originalmente había una sola iglesia, ahora hay más de 34.000 denominaciones cristianas diferentes en todo el mundo. Cada una tiene sus propias enseñanzas y prácticas únicas, pero ninguna de ellas refleja las enseñanzas originales de Jesús.
 
Los seres humanos que practicaban el cristianismo original no adulterado sabían muy bien lo que sucedía después de la muerte, porque sabían que el alma era una cosa y que el espíritu era otra cosa. Y que cada una de ellas partía hacia lugares diferentes. Es como dos mitades, una que contiene el libre albedrío, la mente o intelecto, y la otra parte que es la eterna. O la vida espiritual.

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.