El cristianismo primitivo original.
 
El reino eterno es de los pobres.
 
Las primeras creencias y prácticas de los seguidores de Jesús de Nazaret fueron adulteradas después de su muerte. El cristianismo original fue el que siguieron los 12 apóstoles de Jesús. 
 
Los verdaderos cristianos tan solo practican, lo enseñado por Jesús de Nazaret. Las prácticas que se encuentran en el Antiguo Testamento no es cristianismo, se llama judaísmo. Son dos cosas bien distintas. Los verdaderos creyentes cristianos siempre han sido una minoría. 

 

Jesús de Nazaret es el mismo de ayer hoy y siempre. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Por lo tanto, el mensaje de Jesús no puede ser cambiado o adulterado para adaptarlo a los tiempos modernos. Si escucháramos en nuestros tiempos las verdaderas enseñanzas de Jesús, esto sorprendería y asustaría mucho a los distintos lideres religiosos, porque Jesús les dice a sus apóstoles: Id a predicar el reino eterno de mi Padre sin llevar dinero alguno para el camino.

 

El cristianismo original nos impone exigencias que no todos están dispuestos a aceptar.  Y aún más difíciles de poner en práctica. Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

 

Jesús con los mas pobres y desamparados.
 

En el mundo hay cientos de millones de personas sin hogar, y la mayoría de ellas viviendo en la más completa pobreza y miseria. Es el momento en que pensemos en la forma en que Jesús se identificó con las personas más pobres y sin hogar para que cada uno de nosotros tengamos la oportunidad de hablar de ellos y ayudarlos. 

 

Cuando consideramos que Jesús mismo estuvo sin hogar durante gran parte de su vida, ¿cómo nos desafía esto a ver el rostro de Jesús en todos los necesitados? 

 

Como Jesús le dijo a Judas Iscariote: "Siempre tendrás a los pobres contigo" (Juan 12:8). esto era muy cierto: "siempre tenemos a las personas más pobres y sin hogar alrededor de nosotros". Jesús hizo muchas cosas por ellos. Él también era una persona sin hogar.

Jesús no comenzó su vida en una casa ni en un hospital. Nació en un establo y su cuna era un comedero para los animales. Así empezó su vida, como un bebé sin hogar, nacido de padres que dormían en la calle. Apenas había venido al mundo cuando María y José lo llevaron al otro lado de la frontera para escapar de las intenciones asesinas del rey Herodes el Grande. Jesús se convirtió en un bebé fugitivo, un solicitante de asilo sin hogar en Egipto.

Durante los años en que creció en Nazaret, Jesús sí disfrutó de un hogar donde vivir. Pero, una vez que fue bautizado por Juan y comenzó su ministerio público, volvió a ser una persona sin hogar. Hablando de sí mismo como 'el Hijo del Hombre', dijo: 'Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza' (Mateo 8:20; Lucas 9:58). Los zorros pueden estar a salvo porque viven en cálidas madrigueras en la tierra; los pájaros pueden estar sanos y salvos en sus nidos, en lo alto de los árboles: pero Jesús no tenía ese tipo de seguridad y protección. No tenía un hogar que pudiera considerar suyo, ni una vivienda fija donde pudiera recostar la cabeza sobre una almohada e irse a dormir por la noche. Vivió su vida al aire libre, a veces solo y otras durmiendo a la intemperie por las noches. 

Nada parecido a aquellas personas que dicen ser lideres religiosos y los discípulos de Jesús pero que tienen inmensas riquezas materiales a costa del sudor de las frentes de las personas más pobres y necesitadas a las cuales llaman sus creyentes.

Al final, Jesús no murió en una casa ni en un hospital, sino que recibió el tipo de atención que los moribundos pueden esperar. Murió mediante una lenta tortura como una especie de entretenimiento bárbaro para espectadores curiosos. ¿Quién es más desamparado que una persona clavada en una cruz? Jesús había sido despojado de sus ropas para morir en agonía, sin hogar, sin posesiones, sin cuenta bancaria y sin apenas un amigo a la vista.

A su modo particular, Jesús nació, vivió y murió como un vagabundo, hermano y amigo de todos los vagabundos y de todos los refugiados y solicitantes de asilo. El mismo rostro de Jesús se ve reflejado en lo escrito en Mateo 25:31-46 respecto a un juicio final en donde se mencionan a los más pobres y sin hogar, a los hambrientos y sedientos, a los desnudos y a los enfermos.

Mateo 25:31-46

El juicio de las naciones

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

 

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

 

Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

 

Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos. Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

 

¿Con quienes se idéntica Jesús?

Jesús se identifica es con quienes sufren y tienen necesidades, con quienes están enfermos, con los más humildes y sencillos, el reino eterno es para toda esta clase de personas, Jesús no está con los más ricos y poderosos de este mundo, Jesús no está con los lideres religiosos codiciosos y muy poderosos y ricos.

En todo el mundo, los pobres y sin hogar son rechazados por la sociedad y, a menudo, rechazados por las personas más ricas y acomodadas. Pero Jesús rechazó las normas culturales para abrazar a los más pobres y necesitados. La Biblia habla del corazón de Dios por los pobres.

Jesús dio la buena nueva a los pobres.

Redimir a los pobres era parte del plan de Dios para la restauración y es por eso que envió a Jesús al mundo.

Cuando Juan el Bautista fue encarcelado, envió un mensaje a Jesús: “¿Eres tú el Mesías o deberíamos esperar a alguien más?” ( Mateo 11:2–3 ).

En lugar de responderle directamente, Jesús le dijo: “Vuelve y cuenta a Juan lo que oyes y ves: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se proclama la buena nueva a los pobres. Bienaventurado el que no tropieza por mi culpa”. ( Mateo 11:4-6 ).

Estaba claro que Jesús vino a sanar y salvar a los pobres de su pobreza y enfermedad.

Jesús dijo benditos vosotros los pobres.

En Lucas 6 , Jesús dice: “Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el Reino eterno de Dios”. Promete que los pobres heredarán algo mucho mayor que cualquiera de las riquezas de este mundo. Continúa diciendo que los que sufren ahora no sufrirán en el reino eterno ( Lucas 6:21-22 ).

Sin lugar a dudas, Jesús fue rechazado y fue crucificado por la élite política, militar y religiosa mas rica y poderosa de su época. Su mensaje era contrario a sus intereses institucionales y personales respecto a las riquezas materiales.

¿Qué pasa ahora mismo en este mundo cuando hay tanta gente pobre y sin hogar? ¿Qué pasa con los inmigrantes? ¿Que pasa con los niños que mueren a diario por falta de medicinas, alimentos y agua potable? ¿Que hay de ellos? ¿No se identificó Dios con estas personas? ¿No vivió Jesús en esta tierra entre los más pobres y marginados? ¿No fue Jesús quien dijo: Mi rostro es el que ves en los pobres, en las viudas y en los inmigrantes (Mateo 25:40)? ¿Dónde nos hemos equivocado tanto debido a las injusticias y a la codicia?

¿Será que si llega en estos momentos el juicio final de cual habla Jesús, habremos nosotros pasado la prueba para ser salvos y tener la vida eterna?

¿Será que cuando vimos a personas con hambre les dimos de comer? ¿Y cuando las vimos sedientas es dimos de beber?

¿Será que cuando vimos a personas forasteras les dimos alojamiento, y cuando las vimos desnudas las vestimos?

¿Será que cuando vimos a personas enfermas las visitamos al hospital y les dimos medicinas? ¿O cuando se encontraban en la cárcel siendo inocentes las visitamos?

Jesús nos dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Cuando cada uno de nosotros esté en los lugares más humildes con la gente más “humilde”. En los lugares en donde están los pobres, los que tienen hambre y sufren, y los que no tienen voz, allí también estará Jesús con nosotros. 

Es Jesús quien está junto a aquellos que han sido rechazados e ignorados. A lo largo de la Biblia es Jesús quien vive, ama y escucha a los quebrantados, olvidados y marginados. Es Jesús quien dice: 'En verdad os digo que cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis'. (Mateo 25:40)

No se trata de dar diezmos a todos estos sinvergüenzas y codiciosos lideres religiosos para que acrecienten mucho mas sus ya inmensas riquezas materiales, de lo que se trata es de ayudar a las personas más pobres y necesitadas de este mundo, estas buenas obras son las que ven Dios y Jesús. ¡Cuántas veces nos hemos dejado confundir y engañar!

¿Pasarías la prueba? ¿Qué pasa con tu generosidad? ¿Están incluidos los pobres? Comencemos pidiéndole a Dios que cambie nuestro corazón hacia los pobres y vulnerables. 

Salgamos a la calle ahora mismo. Y hagamos lo que Dios nos esta enseñando. Empezar ahora mismo….  para que pasemos la prueba. Lucas 11:41 dice: “Pero ahora, en cuanto a lo que hay dentro de ti, sé generoso con los pobres, y todo te quedará limpio”.

 

Puede ser muy fácil olvidarnos de los más pobres y necesitados de nuestras comunidades y del mundo en general. Pero, como verdaderos cristianos, estamos invitados a vivir con una profunda conciencia de nuestros hermanos y hermanas. Debemos cuidar de los pobres, esta es la mayor enseñanza de Jesús.

 

Esto decía Jesús: Al que te pida, dale, y no le des la espalda al que quiere pedirte prestado. — Mateo 5:42

Y también dijo: Pero cuando deis algo a los necesitados, no lo anunciéis con trompetas, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les digo la verdad: han recibido su recompensa íntegra. Pero cuando des al necesitado, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto. Entonces vuestro Padre, que ve lo que se hace en secreto, os recompensará. — Mateo 6:2-4

Jesús en contra de las riquezas materiales.

Recordemos lo que está escrito: No acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín destruyen, y donde ladrones minan y hurtan. Pero haceos tesoros eternos, donde la polilla y el orín no corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. — Mateo 6:19-21

Nadie puede servir a dos señores. O odiará a uno y amará al otro, o se dedicará al uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo. —Mateo 6:24

Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o beberéis; o sobre tu cuerpo, lo que te pondrás. ¿No es la vida más importante que la comida y el cuerpo más importante que la ropa? Mirad las aves del cielo; no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros y, sin embargo, vuestro Padre eterno los alimenta. ¿No eres mucho más valioso que ellos? ¿Quién de vosotros, con sólo preocuparse, puede añadir una sola hora a su vida?

Pide y se te dará; Busca y encontraras; llama y se te abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca encuentra; y al que llama, se le abrirá la puerta. —Mateo 7:7-8

Estas eran las instrucciones que Jesùs les daba a sus discipulos.

Gratis lo recibiste, gratis lo das. No llevéis oro, plata ni cobre en vuestros cinturones; No llevéis alforja para el camino, ni túnica extra, ni sandalias, ni bastón; porque el trabajador merece su sustento. — Mateo 10:8-10

Este es el secreto para tener la vida eterna prometida por Jesús.

Entonces un hombre rico se acercó a Jesús y le preguntó:

“Maestro, ¿qué bien debo hacer para obtener la vida eterna?”

Jesús respondió, “'No mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre' y 'ama a tu prójimo como a ti mismo'”.

“Todo esto lo he guardado”, dijo el joven. “¿Qué me falta todavía?” Jesús respondió,

“Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes y dalos a los pobres, y tendrás tesoro eterno. Entonces ven, sígueme”.

Cuando el joven rico oyó esto, se fue triste, porque tenía muchas riquezas. — Mateo 19:16-22

Dejar las riquezas para tener vida eterna.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos:

“Les aseguro que es difícil que un rico entre en el reino eterno deDios. Otra vez os digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios”.

La recompensa por haberlo dejado todo.

Pedro le respondió: “¡Hemos dejado todo para seguirte! ¿Qué habrá para nosotros? Jesús les dijo:

“Os aseguro que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis también sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo el que por mí haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Pero muchos de los primeros serán los últimos, y los últimos, los primeros”. — Mateo 19:27-30

Estas fueron las instrucciones de Jesùs los 12 apostoles::

“No llevéis nada para el viaje excepto un bastón: ni pan, ni bolsa, ni dinero en vuestros cinturones. Use sandalias pero no una túnica extra. Cuando entres en una casa, quédate allí hasta que salgas de esa ciudad. Y si algún lugar no te recibe ni te escucha, sacude el polvo de tus pies al salir, como testimonio contra ellos. — Marcos 6:8-11

¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué puede dar el hombre a cambio de su alma? —Marcos 8:36-27

El espiritu de la verdad eterna Rubèn Lòpez.