Se conoce como semana al ciclo compuesto por siete jornadas seguidas; es decir al período de 7 días naturales con carácter de consecutivos, que de acuerdo a la norma ISO 8601 adoptada por la mayoría de los países del mundo, comienza el lunes y finaliza el domingo.
Igual que la división del día en 24 horas, el ciclo de siete días proviene de la astronomía babilónica. A cada hora del día se le asignaba un planeta clásico, en un ciclo que empezaba por el más lejano: Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna. En español los nombres derivan de este ciclo, excepto el sexto y séptimo que lo hacen de la tradición cristiana, lo que resulta en los actuales nombres de los días de la semana: Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo.
¿Por qué motivo una semana litúrgica católica romana en memoria de 7 dioses romanos? ¿En donde queda el monoteísmo o la creencia en un solo Dios?
Pulsera italiana del siglo xix que representa los días de la semana con los dioses romanos asociados:
Contando desde la luna nueva, los babilonios celebraban un ciclo de siete días dedicados a los siete "planetas" o deidades. En cada uno de ellos, se prestó atención (y se hicieron ofrendas, para ilustrar también a los menos capaces de pensar en abstracto) a un aspecto diferente de la realidad, lo que la ilusión llamó dioses: Marduk e Ishtar el día 7, Ninlil y Nergal el día 14, Sin y Shamash el día 21, y Enki y Mah el día 28. Las tablillas de los reinados del siglo vi a. C. de Ciro el Grande y Cambises II indican que estas fechas eran a veces aproximadas. El inicio de la lunación era a veces aproximado; el final del ciclo, contenía entre uno y tres días de descanso, y en ocasiones hasta una última semana de ocho o nueve días inclusive, rompiendo el ciclo continuo de siete días.
No obstante, las sucesivas interpretaciones deformaron ligeramente las relaciones originales. Nergal, por ejemplo, era el dios de la guerra pero también de la pestilencia y especialmente del infierno, lo que solapan atributos de los griegos Ares y Hades. Además mientras que Cronos es el padre de Zeus, Ninurta es el hijo de Enlil. Los babilonios sustituyeron a los dioses nacionales sumerios Enlil y Enki con el dios patrón de Babilonia, Marduk, y su hijo, Nabu, a pesar de que Marduk se consideraba hijo de Enki (Ea en Babilonia). Ninurta, un dios oscuro heredado por los babilonios, pudo haber sido identificado con Saturno, el planeta de movimiento más lento, porque, al menos en una historia, aparece como una tortuga.
El espìritu de la verdad eterna Rubèn Lòpez.