El alma y el espíritu son dos cosas distintas. 

 

Soy cristiano primitivo original. Por lo tanto no soy ni católico, ni judío, ni islamista, como tampoco protestante.

 

1 Tesalonicenses 5:23

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesús.

 
Hebreos 4:12 
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
 
Si el alma es distinta al espíritu, entonces: ¿que puede hacer nuestro espíritu que nuestra alma no puede hacer? ¿y qué puede hacer nuestra alma que nuestro espíritu no puede hacer?

La vida eterna en el contexto espiritual significa que somos eternos al igual que lo es el Dios creador de nuestra alma. El alma y el espíritu son dos cosas distintas. El alma es quien nos hace ser conscientes de que somos entidades espirituales eternas. El nacimiento de la vida espiritual comienza cuando nuestra alma encuentra su conexión con el Dios creador. Dios creó nuestra alma, y es el alma quien cede a las tentaciones del mundo que es la misma mente.

Nuestra alma tiene la capacidad de conocer, comprender, amar, odiar, elegir y rechazar. Nuestra alma es nuestra propia persona y expresa nuestra personalidad.

Nuestro cuerpo es la parte más externa de nuestro ser, nuestra alma es la parte interna y nuestro espíritu es la parte más interna y profunda de nuestro ser.

Nuestra alma nos contacta con el mundo exterior. Mientras que nuestro espíritu nos permite fundamentar el reino espiritual desde nuestro interior. En particular, nos permite recibir y contactar a Dios mismo. 

Juan 3:6 dice:

"Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es".

Luego Juan 4:24 dice:

“Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”.

Dios siendo Espíritu significa que Su sustancia es Espíritu, y nuestro espíritu corresponde a Dios.
Entonces nuestro espíritu humano es la clave no sólo para nuestra regeneración, sino para todas nuestras experiencias espirituales por el resto de nuestra vida cristiana. 
Hemos visto que nuestro espíritu es el órgano que debemos usar para contactar y recibir a Dios, y que nuestra alma es el órgano de expresión.
A través de la alteración genética del jardín del edén, nuestra alma fue corrompida por la naturaleza mental maligna de Satanás. Y nuestro espíritu fue separado de Dios.
Para ser salvos, se requiere de nacer de nuevo, y se logra viviendo desde el espíritu y no desde el cuerpo mental que es el la misma alma contaminada con el pecado. Es la vida espiritual la que salva al alma del pecado.

 

El sufrimiento de las almas en el más allá.
 
El espíritu es una chispa única, el espíritu proviene de un Poder Supremo eterno al que llamamos Dios. El espíritu está por encima de todo sufrimiento. Los espíritus no sufren ni en esta vida ni en la otra. De hecho, no existe otra vida para el espíritu porque es eterno.
 
Muy distinto a lo que sucede con el alma que es la misma mente de las personas. El cuerpo sufre, el alma sufre, la mente sufre, el ego sufre pero el espíritu no sufre. En el momento de la muerte, el espíritu regresa a lo Divino. Y el alma va para el más allá, el inframundo o lo que llamamos hades o la muerte. Si se logra vencer a la muerte mientras estemos con vida, se habrá liberado al alma del sufrimiento que le espera después de la muerte. El alma ya no hace parte del sufrimiento cuando se logran vencer las tentaciones pecaminosas y deseos hacia las cosas materiales y nocivas de este mundo.
 
En el más allá hay varios niveles, y diferentes tipos de sufrimiento dependiendo de cual haya sido el estilo de la vida que haya experimentado el muerto cuando aún se encontraba con vida.
 
Por lo regular nadie puede responder a lo que le sucede al alma después de la muerte. O  te dicen lo que quieres escuchar. Pero la mayoría de los seres humanos no sabe qué sucede después de morir, ni dónde estaremos, ni con quién estaremos, o con quien nos encontraremos.
 
Muchos de nosotros hemos perdido personas que eran importantes en nuestra vida. Y tratamos de buscar respuestas, pero al final no se encuentra ninguna. Porque la fuente de información son otros seres humanos, o lo que diga cada una de las creencias religiosas a las que se pertenezca.
 
Muchas personas habrán escuchado de parte de sus lideres religiosos que sus familiares ya se encuentran descansando de manera eterna en el cielo. ¿Pero es esto cierto? Falso: El cielo no es la vida eterna. El cielo o los cielos son otros planos, mundos o dimensiones de existencia, en donde se encuentran los supuestos ángeles, demonios y otro tipo de entidades. Para aquellos lugares es que se van las almas desencarnadas que no lograron vencer a la muerte. Es esta la segunda muerte.
 
A otras personas se les ha dicho que después de la muerte se van a encontrar con un individuo de barba que se llama Dios, siendo esto también falso porque el Dios eterno es invisible, no tiene forma, por lo tanto no se le puede ver nunca, ni ahora ni después. Tan solo es una presencia espiritual. Muchas preguntas rondan en nuestra cabeza: ¿qué es un alma en el más allá?  ¿Cuál es la otra vida? ¿Qué es Dios? o ¿Qué es la muerte, el hades o el inframundo?
 
Para los espíritus cuando su cuerpo humano muere, no saben que han pasado al Reino Espiritual eterno. No se dan cuenta de que están muertos y que ya no tienen cuerpo humano. Distinto a lo que sucede con el alma de las personas que se convierten  son fantasmas atrapados en el reino terrenal. O en otros planos de existencia. La mayoría pasa al más allá para encontrarse con sus seres queridos que tampoco lograron vencer a la muerte. 
 
Se puede decir que el alma de las personas es eterna cuando esta alma a evolucionado de manera espiritual en este mundo, ya deja de ser un alma pecaminosa para convertirse en un alma pura y santa. Será un alma que no se convertirá en un fantasma, de ahí es que viene el termino: La salvación de las almas para que puedan tener vida eterna. Los espíritus no necesitan de salvación, porque son eternos, no son manchados ni pecaminosos, es el espíritu o la vida espiritual de las personas la que logra salvar al alma del sufrimiento en esta vida y en la otra vida llamado el más allá o el inframundo.
 
Cuando la biblia dice que el hombre fue creado a imagen de Dios, se refiere a la parte espiritual eterna y a una chispa divina llamada alma, pero cuando el alma es contaminada por el pecado se separa de Dios, por lo tanto el espíritu eterno deja de estar en las personas. Las personas separadas del Dios eterno comienzan a vivir a nivel mental que es lo que conduce hacia la perdición y no espiritual que es lo que conduce hacia la vida eterna. El alma impura o manchada por el pecado no logra el descanso eterno quedando como fantasma sufriendo en el más allá.
 
La otra parte del hombre de los seres humanos que es nuestra carne, o la parte física, creada por la unión de nuestros padres físicos y esencialmente es una creación física, mientras que nuestra alma/espíritu es una creación de Dios, el creador. El resto de los animales tienen también un alma viviente pero no tienen un espíritu que sea eterno.
 
El reino espiritual eterno es muy distinto al reino de los cielos en donde habitan los fantasmas y las entidades celestiales mencionadas en la biblia, en los cielos habitan entidades o potestades de maldad. Llamadas ángeles o demonios, de hecho satanás habita en los cielos.
 
La gente le teme a la muerte porque ignora lo que es el más allá y lo que es la vida eterna, la vida eterna no es el más allá, el hades o el inframundo. Entonces, no nos gusta morir y tampoco que nuestros seres queridos se aparten de nosotros.
 
Los seres humanos ignoran por completo que el lugar en donde vivimos es el hogar eterno de nuestro padre creador. Hemos olvidamos nuestra verdadera identidad espiritual porque nos identificamos nada más con lo que tiene que ver con el alma, la mente, el intelecto y este mundo físico. El Dios eterno no quiere vernos sufrir en este mundo como tampoco en el, otro mundo después de la muerte. Es por este motivo que llegan de su parte las enseñanzas espirituales que nos enseñan a vencer a la muerte venciendo las cosas de este mundo para liberarnos de la esclavitud y del sufrimiento, no deseando las cosas de este mundo.
 
El alma es esencial para que exista la vida. El alma-mente es energía. Distinto al espíritu o la vida espiritual que no se encuentra hecha de energías, de ahí que este libre de esclavitud, deseo, apego y sufrimiento. La conciencia mental es una y la conciencia espiritual es otra.
 
No importa cuando ha de ser la fecha o los tiempos del fin del mundo, lo único relevante es saber que es lo que sucede después de la muerte. Lo único valioso es el mensaje de la salvación eterna.
El cuerpo, el alma y el espíritu son tres cosas distintas.
 
Primera Tesalonicenses 5:23 dice:
 
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo, y vuestro espíritu, alma y cuerpo sean preservados íntegros y sin mancha para la venida de nuestro Señor Jesús.
 
Este versículo revela que tenemos tres partes: un espíritu, un alma y un cuerpo. la frase espíritu, alma y cuerpo indica que son tres cosas diferentes. El cuerpo es obviamente distinto del alma, y el alma también es distinta del espíritu.
 
Luego Hebreos 4:12 dice:
 
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetrante hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y capaz de discernir los pensamientos y las intenciones del corazón”.
 
Se debe pensar en el alma y en el espíritu como la vida interior vista desde dos lados distintos. El alma habla de nuestra vida interior en relación con nuestra propia experiencia: La mente, el corazón, La voluntad e imaginación. También incluye a los  pensamientos, deseos, pasiones y sueños. Pero el espíritu habla de la misma vida interior en relación con Dios: La fe, esperanza, amor, carácter y perseverancia.
 
A lo largo de nuestra vida en este mundo, nuestra alma y nuestro espíritu estarán siempre sometidos a permanentes conflictos. Seremos probados y tentados de distintas maneras. 

 

El espíritu es distinto al alma.

La inmortalidad del alma después de la muerte es distinta a la vida eterna espiritual. La inmortalidad tiene un principio pero no tendrá un final. Lo eterno no ha tenido un principio como tampoco tendrá un final.

El espíritu es distinto al alma.

1 tesalonicenses 5:23 dice:

Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Con la lectura del anterior versículo, queda claro que el espíritu es una cosa muy distinta a lo que es el alma.

Aunque el alma sea el principio espiritual del ser humano, no es la misma esencia.

Un alma, es el "principio vital" o "principio animado" de un cuerpo. En otras palabras, todos los cuerpos vivos tienen alma, pero no todos los seres vivos tienen un espíritu. Si todos los seres vivos no tuvieran alma, no estarían vivos. Si bien las plantas, los animales y cualquier cosa viviente contienen un alma, el alma humana es única porque va acompañada de un espíritu.

Decimos que los seres humanos son únicos entre los seres vivos porque el ser humano además del alma, tiene un espíritu que es eterno. Los animales no son espirituales. 

El alma es la vida interior en relación con nuestra propia experiencia: la mente, corazón, voluntad e imaginación. También incluye los pensamientos, deseos, pasiones y sueños. Pero el espíritu habla de la misma vida interior en relación con Dios: la fe, esperanza, amor, carácter y perseverancia.

La palabra "alma" significa "vida" Jesús dijo: De que le sirve al hombre ganar el mundo entero si va a perder el alma. (Mateo 16:26). El alma es la que conduce hacia la vida eterna, siempre y cuando se viva una vida espiritual no mental. De lo contrario: Un alma humana que no vaya acompañada de una vida espiritual genuina, es un alma perdida que después de la muerte quedará como un fantasma.

 

 

 

El alma es la misma mente que desea las cosas del mundo, es la experiencia humana, son las emociones y nuestra voluntad. El alma piensa y recuerda. El alma ama, odia, siente gozo, se aflige y desea. Amar y odiar son funciones de la emoción.

Mientras que nuestro espíritu nos permite experimentar el reino espiritual. Nos permite recibir y contactar a Dios mismo 

Juan 3:6 dice: "Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es ". Lo de la carne, lo del alma o la mente, del cuerpo y de la mente es. Luego Juan 4:24 dice:  “Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y con verdad es necesario que adoren”.

Dios siendo Espíritu significa que Su sustancia es Espíritu, y nuestro espíritu corresponde a Dios. 

Hemos visto que nuestro espíritu es la esencia que debemos usar para contactar y recibir a Dios, y que nuestra alma es la que está en contacto con el mundo terrenal.

A través de los episodios del jardín del edén, nuestra alma fue corrompida por la naturaleza mental maligna de Satanás.

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.

 

Cristo El Mesías.
 
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