Impactante revelación espiritual: Que hay en el más allá después de la muerte.

 

Revelación escrita por el espìritu de la verdad eterna Rubèn Lòpez.

 

Soy cristiano primitivo original. Por lo tanto no soy ni católico, ni judío, ni islamista, como tampoco protestante.

 

¿Cual es el secreto para que la esencia espiritual de un ser humano continúe en la eternidad cuando su cuerpo físico ya deje de existir en este mundo? Y no vayamos a quedar en calidad de un cuerpo energético fantasmal.
 
Primero debemos de comprender estas cosas: De que cosas es que estamos hechos. Entender que el alma es distinto al espíritu. Y saber, que esencia es distinto a energías.
 
Nosotros los seres humanos tenemos un cuerpo físico al cual hay que alimentar para que este se mantenga con vida. Tenemos un cuerpo mental relacionado a los pensamientos, a los asuntos del alma y del mundo. Y también tenemos un cuerpo energético. 
 
Cuerpo físico, cuerpo mental y cuerpo energético. Estas tres dimensiones son físicas. Son existencia física.
 
Estos tres cuerpos físicos graban todas las vivencias o comportamientos de las personas desde que nacemos hasta que morimos. Todo lo que pensamos, hablamos y hacemos en el mundo queda en calidad de memoria en estas tres dimensiones físicas. Que unificadas se  llama el alma viviente del ser humano.
 
Todos nuestros pensamientos, palabras, comportamientos o estilos de vida que llevamos quedan impresos en nuestro cuerpo, en nuestra mente, y en nuestras energías. Todo queda registrado o impreso en nuestra alma. Estos registros o vivencias es lo que nos mantiene unidos o  atrapados a todos los asuntos relacionados a este mundo. Y son los mismos registros memoriales que continuarán con vida después de nuestra muerte. A lo que se le llamará luego: Cuerpo energético fantasmal. O, alma sufriente en el más allá.
 
Los registros memoriales del alma es nuestra atadura y esclavitud a este mundo. Y es nuestro sufrimiento después de la muerte. Estos registros o memorias del alma de los seres humanos se da gracias a la codicia, a los deseos y a los apegos hacia las cosas de este mundo. Es aquí en donde vivir de manera espiritual esencial parece ser una cosa muy difícil. Ya que la espiritualidad requiere de no tener codicia, deseos ni apegos hacía las cosas de este mundo. La espiritualidad es lo único que nos garantiza la vida eterna.
 
Si intentamos dejar la codicia, los malos hábitos, los malos deseos, las malas acciones, los malos pensamientos o las malas palabras, esto pareciera ser cosa imposible, pues continuaremos viviendo de manera casi que mecánica e involuntaria debido a que estas cosas ya se encuentran grabadas en nuestras células del cuerpo, en nuestra mente, y en nuestras energías. La única manera de lograrlo es viviendo un eterno presente de manera esencial espiritual. La vida espiritual no está hecho de energías por lo tanto no actúa como una memoria o programación, como si sucede con todo lo relacionado al alma compuesta por la mente, el cuerpo y las energías.
 
Si vivimos el presente de manera espiritual no estaremos dejando registro o memoria alguna en nuestro cuerpo, ni en nuestra mente, ni en nuestras energías, porque logramos vencer al mundo no siendo codiciosos, no deseando, ni siendo apegados. Por lo tanto el alma no quedará grabada de todas las cosas relacionadas al mundo físico, será un alma liberada del sufrimiento. Después de la muerte dicha alma no irá al inframundo o al hades. Este proceso espiritual se llama: Vencer a la muerte para tener vida eterna.
 
La vida espiritual, o el espíritu del ser humano es algo completamente no físico, por lo tanto la esencia espiritual no desea las cosas físicas del mundo. El espíritu es el cuerpo del amor y la felicidad permanente. Si vivimos de manera esencial espiritual cada momento presente entonces el cuerpo físico celular vivirá como un alma liberada y en completa armonía sin el concepto del cuerpo mental porque este habrá desaparecido para siempre. 
 
Si logramos la desprogramación mental, el alma se unirá al cuerpo espiritual y nos conectará con el Dios eterno creador. Una persona programada  través de dichas memorias energéticas jamás podrá entender que cosa es el reino eterno de Dios. Una vez que logramos vencer a la muerte tan solo queda el cuerpo espiritual eterno, ya el alma habrá viviente de las personas habrá desaparecido para siempre. Por lo tanto después de la muerte, la persona no quedará en calidad de un cuerpo energético fantasmal. Fue, es y continuará siendo un espíritu eterno.
 
Si logras vencer al mundo estarás venciendo a la muerte y serás una entidad espiritual sin existencia pecaminosa o mundana en este mundo. Simplemente serás distinto a los demás.
 
¿Por qué motivo es tan importante conocer en profundidad todas estas cosas? Por el simple hecho de que en algún momento nos va a tocar morir como ya le sucedió a los miles de millones de seres humanos de todas las generaciones anteriores que llegaron pero se tuvieron que ir. El destino no es el mismo, para las personas que se van muriendo. De ahí la importancia de estas impactantes revelaciones.
 
Decimos que las personas que se mueren ya no existen o han dejado de existir, pero eso no es cierto. Ellas continúan con vida, bien sea como duendes o fantasmas, o viviendo una vida eterna. Esto significa que continúan existiendo. El cuerpo físico regresará a la tierra, pero el alma o la mente energética ya programada continuará su existencia en el más allá. Debido a la falta de conocimiento, purificación y liberación.
 
Si nos liberamos de la esclavitud mental estaremos liberando a nuestro cuerpo y a nuestras energías de la esclavitud, estaremos purificando nuestra alma, la estaremos santificando para que el cuerpo viviente de los seres humanos, sea el templo sagrado del Espíritu Santo.
 
En el más allá hay distintos cuerpos energéticos fantasmales, unos con mayor poder y fuerza que los otros, todo depende del estilo de vida mental se haya llevado mientras permanecían con vida. Hay muchos fantasmas a nuestro al rededor, pero muchos de nosotros no los sentimos, algunos fantasmas se hacen mas visibles que los otros. Dependiendo de cuan codiciosos o malvados hayan sido. Todas las personas que no hayan logrado vencer a la muerte viviendo una vida espiritual venciendo al mundo, se convertirán en fantasmas. Esta es la realidad.
 
Una persona espiritual por lo regular muere de manera natural muy tranquilla y en mucha paz. Sin enfermedades y sin accidentes. La mejor manera de morir es morir pacíficamente para tener el descanso eterno.
 
Podemos decir: El cuerpo, la mente, las energías O, El alma de aquella persona o de aquella otra, el alma de Luis o el alma de Juana. Pero no podemos decir: El espíritu de aquella persona o el espíritu de aquella otra, porque estaríamos fraccionando a la eternidad, estaríamos fraccionando o partiendo al Dios espiritual en millones de pedazos. Lo que nos une a toda la humanidad como una sola entidad es la vida espiritual Y quien nos divide y separa es la vida mental separados de Dios.
Una vez que hayas podido comprender de que existen distintos lugares a donde ir después de la muerte.
 
Ahora si te deberías de preguntar: ¿Estoy listo para morir? no importa la manera en que vayamos a morir: Si es en un apocalipsis, de manera natural, por qué nos quitan la vida, por un desastre natural, o de cualquier otra forma: ¿Estamos preparados para morir?
 
La vida no es lo mismo que la muerte, ahora que tenemos vida es que nos debemos de preparar para el momento de la muerte viviendo de la manera correcta espiritual. la ventaja de tener vida es que podemos remediar nuestros errores, una vez ya muertos nada hay que podamos hacer para liberarnos del sufrimiento y del castigo eterno.
 
La mente, el cuerpo y las energías del ser humano tan solo sabe decir: no quiero morir, no quiero morir. Este miedo a la muerte es debido a la codicia, los deseos y los apegos. A las personas espirituales ya liberadas de la esclavitud y de los asuntos del mundo no les importa perder el cuerpo físico porque saben muy bien que su espíritu es eterno, nunca a tenido un principio como tampoco tendrá un final.
 
Por otro lado hay muchas personas a las cuales les ha tocado sufrir mucho. Otras sufren de enfermedades graves muy dolorosas y terminales, muchas de ellas quisieran que les llegará la muerte: ¿Pero están preparadas para el momento de la muerte? La muerte nos debe de llegar de la manera más suave y pacifica. No de manera violenta ni dolorosa. si  Nos encontramos en un estado esencial espiritual correcto, entonces, así sea que tengamos una enfermedad muy grave, moriremos de la manera más natural y pacífica posible.
 
También se encuentran las personas religiosas que asisten a las iglesias en busca de la vida eterna pero no se preparan para conseguir dicha eternidad, que de hecho ya la tienen, pero sus lideres religiosos se la prometen para un futuro, o sea después de la muerte, pero las cosas no son así, les han venido mintiendo, lo eterno no se encuentra en los cielos.
La manera en como murió o va a morir una persona, eso no debe de importar para nada, lo que si debe de importar es la manera en que vivió o está viviendo dicha persona, porque dependiendo de la manera en que haya vivido, o este viviendo, sabremos con seguridad en donde se encuentran, o cual irá a ser su destino después de la muerte.
 
No todas las personas viven de la misma manera, no todas las personas mueren de la misma manera, como tampoco todas las personas se van para el mismo lugar después de la muerte.
 
Cuando comenzamos a no generar tantos pensamientos de la mente, viviendo tan solo el presente, no yendo hacia el pasado, ni hacia el futuro, el cuerpo comienza a desprogramarse de los asuntos pasionales anormales, y las energías comienzan a aplacarse y a disminuir su frecuencia, es cuando podemos decir que nos estamos conectando con el mundo espiritual esencial y a la vez estaremos purificando al alma.
 
Tu propio espíritu es el salvador del alma, comprende este secreto en profundidad. Ninguna religión te puede salvar, el único que te puede salvar del sufrimiento de este mundo y del sufrimiento que viene después de la muerte, eres tu mismo, tu mismo eres tu propio salvador. La salvación viene cuando se dejan de mover de gran manera las energías del cuerpo y de la mente. Viviendo de manera muy suave, amorosa y pacifica.
 
¿Por qué le tienes tanto miedo a la muerte? Porque no sabes que es la verdadera vida.
 
Le tienes miedo a la muerte, porque tu vida son los deseos, la codcia, las posesiones materiales y los apegos, Tu vida son los lujos, el dinero y el derroche, tu vida es la fama, la belleza y el poder. Tu vida es la lujuria y la fornicación, tu vida es el sexo y los malos hábitos. Tu vida es la cuenta bancaria, tus mansiones, tus joyas, tus autos y yates. Es por este motivo que le temes tanto a la muerte. Estas cosas que tanto amas en este mundo son las que te harán sufrir después de la muerte. Estas personas no son seres espirituales, son entidades al servicio de dios malvado y perverso que gobierna este mundo.
Hay otra clase de muerte aparte de la muerte física del cuerpo, y esta muerte es la importante para que después de la muerte física el alma de las personas programada con las cosas del mundo no vaya a quedar en calidad de cuerpo energético fantasmal y tenga vida eterna.
 
Romanos 8:13
porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
 
Colosenses 3:5
Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
 

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

 

Marcos 7:21

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

 
Estamos hablando de morir a las cosas a las que se aferra nuestra mente. Debemos de morir a la codicia, a los deseos, a los apegos, a los malos hábitos, en general debemos de morir a todas las cosas pecaminosas. Esto significa estar muertos para el mundo.

El Espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.

 

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