Los cuerpos energéticos mentales fantasmales.

 

Soy cristiano primitivo original. Por lo tanto no soy ni católico, ni judío, ni islamista, como tampoco protestante.

 

Un fantasma es el alma de una persona muerta que no logró ingresar al reino eterno donde pertenecía. Muchos fantasmas suelen aparecerse en el mundo de los vivos. El intento de ponerse en contacto con las almas desencarnadas se le conoce con el nombre de nigromancia o espiritismo. Otros términos asociados son: apariciones, fantasmas, poltergeist, sombras, espectros, espíritus, o demonios.

 

La creencia en la existencia de una vida después de la muerte, así como la manifestación de los espíritus o las almas de los muertos se remonta a los tiempos más remotos. Ciertas prácticas religiosas celebran rituales para hacer descansar dichas almas en pena, al igual que se realizan ritos funerarios, exorcismos y algunas prácticas de espiritismo y magia ritual con el mismo fin.  

Es muy común escuchar términos como cazas fantasmas, espíritus buenos y espíritus malos o posesiones demoníacas.  

 

Mateo 12:43

Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.

 

El alma de una persona fallecida, de la que se dice que aparece visible es a lo que se le llama cuerpo energético fantasmal. Se trata del principio vital, de su mente o de su psique, que es el asiento del sentimiento, el pensamiento y la moral. Que es lo mismo que espectro, fantasma o registro energético.

 

Las almas en pena del purgatorio no se encuentran gozando del descanso eterno. El hecho de que existan los fantasmas, esto no significa que todos estos sean espíritus malignos. En muchas culturas, los fantasmas malignos se distinguen de los espíritus benignos que participan en el culto a los antepasados. 

La existencia de los fantasmas es muy real, pues existe el festival de los fantasmas en china, el día de los difuntos en el mundo occidental, el culto a los antepasados por parte de las comunidades de distintas culturas del mundo, y las famosas almas en pena del purgatorio.

 

Los fantasmas en el más allá. 

 

El alma desencarnada es una reproducción exacta del cuerpo de la persona fallecida en cada característica, incluso en la ropa que usaba la persona en el momento de morir. Esto se ha representado en obras de arte de varias culturas, incluidas obras como el Libro egipcio de los muertos, que muestra a las personas fallecidas en el más allá con una apariencia muy similar a la que tenían antes de la muerte, incluido el estilo de vestimenta. 

 

El miedo a los fantasmas. 

 

A menudo se cree que las almas desencarnadas ya convertidas en fantasmas, tienen una presencia en este mundo después de la muerte. El espíritu de la persona fallecida que persiste en el mundo material a lo que se le llama cuerpo energético fantasmal memorial, se considera como un estado antinatural o indeseable, la idea de los fantasmas y de las apariciones se asocia con una reacción de miedo y de temor. 

 

Los lugares en donde se informa sobre la aparición de fantasmas se les describen como lugares o casas embrujadas. Por lo regular, dichas actividades fantasmales están asociadas con eventos violentos o trágicos, violaciones, asesinatos, muertes accidentales, o suicidios, no importando el tiempo en que hayan ocurrido los eventos.  

 

Sin embargo, no todas las apariciones ocurren en un lugar de muerte a causa de la violencia, pues también pueden hacer sus apariciones ante sus familiares más cercanos y de manera tenue y pacífica. Aquellas personas que han muero y no gozan del descanso eterno, se encuentran atrapadas en mundos, planos, dimensiones o mundos paralelos. Sus recuerdos y energías son las causantes de dichas apariciones.

 

El concepto de los fantasmas y de las apariciones no es algo nuevo, pues hay muchas referencias a fantasmas en las religiones mesopotámicas: las religiones de Sumeria, Babilonia, Asiria y otros estados primitivos de Mesopotamia. Incluso Jesús después de su resurrección se les aparece a sus discípulos y les dice: non tengan miedo, no soy un fantasma, soy de carne y hueso. De manera similar, los seguidores de Jesús al principio creyeron que era un fantasma cuando lo vieron caminar sobre el agua. 

 

Los fantasmas se crean en el momento de la muerte, asumiendo la memoria y la personalidad de la persona fallecida. Estas almas desencarnadas viajan al inframundo también llamado el hades, y en aquel lugar llevan una existencia similar en algunos aspectos a la de los vivos. 

 

En algunas denominaciones cristianas, consideran a los fantasmas como seres que permanecen en un estado intermedio antes se continuar el viaje definitivo al cielo, cosa que es totalmente ridícula, falsa y fantasiosa , por cuanto el cielo físico no es el reino eterno de Dios. 

 

En el budismo, hay una serie de planos de existencia en los que una persona puede renacer. Los budistas celebran el festival de los fantasmas. Los fantasmas son prominentes en la narración de historias de varias naciones. La historia de los fantasmas es omnipresente en todas las culturas del mundo, desde cuentos populares orales hasta obras liberarías. Los espíritus de los muertos aparecen en la literatura desde la Odisea de Homero, que presenta un viaje al inframundo y el héroe que se encuentra con los fantasmas de los muertos. 

 

Conclusión: El mundo fantasmagórico después de la muerte es muy real.

 

¿Qué cosa es un cuerpo energético fantasmal?      

 

Lo que primero debemos de saber es que un fantasma es un alma desencarnada, no se trata de un espíritu porque los espíritus jamás se encarnan como para referirnos a espíritus desencarnados, aunque comúnmente se habla de vida espiritual refiriéndose al alma.      

 

Las almas desencarnadas son las que interactúan con el mundo de los vivos, dichos fantasmas son los que muchas personas han visto con formas de sombras, son los que hacen que las cosas se muevan, que se manifiesten a través de ruidos, pasos, o que estén relacionados a ciertas anomalías de los aparatos eléctricos que tenemos en nuestras casas.      

 

La creencia en los fantasmas de da a nivel global, en todas las culturas, filosofías y religiones del mundo hablan de cuerpos energéticos después de la muerte y de fantasmas, no necesariamente un fantasma es aquel que tiene una sábana blanca sobre su cabeza, que flota y que no tiene pies, los fantasmas tienen cientos de manifestaciones distintas, unas veces relacionadas a las sombras y otras veces a la luz.      

 

También es bien conocido que alrededor del mundo todas las culturas tienen la creencia de que los muertos se pueden comunicar con los vivos y de aquí es aparecen los médiums y los espiritistas, esto prueba que nuestra conciencia mental sobrevive después de la muerte para convertirse en un fantasma.  

Los fantasmas se manifiestan de distintas formas, algunos pueden ser muy pacíficos y otros pueden ser muy violentos, unos pueden ser muy serios y los otros juguetones, unos pueden tener la capacidad de mover objetos mientras que otros son incapaces de mover una simple flor, esto depende del grado energético con el cual estaba compuesta dicha alma en el momento de morir, depende de las energías que se lograron acumular mediante los deseos y los apegos mientras se estaba con vida.     

 

Algunos cuerpos energéticos fantasmales de los fallecidos se le pueden presentar a sus familiares a través de sueños, otros permiten ser vistos con la misma forma que tenían cuando estaban con vida, y otros que fueron muy malvados en vida se dedican a asustar a las personas o a perseguirlas, a la muerte no se le debe de temer cuando podemos entender y discernir que después de nuestra muerte no nos vamos a convertir en un fantasma, y esto tan solo se logra abandonando los deseos o apegos hacia las cosas materiales de este mundo.       

 

De manera equivocada las personas creen que va a venir un día de juicio final en donde dichas almas o cuerpos energéticos fantasmales van a ser resucitados o encarnados de nuevo en un cuerpo físico para luego ser enviados a unos cielos o a unos infiernos dependiendo de cuál hubiese sido su comportamiento durante el tiempo que vivimos en esta tierra, cosa que es fantasiosa, tonta y muy estúpida, porque ni los cielos como tampoco los infiernos son eternos y mucho menos dichas almas o cuerpos energéticos desencarnados se encuentran en calidad de almas en pena ardiendo en un purgatorio para luego regresar al reino eterno de Dios.      

 

También de manera equivocada creen que las apariciones fantasmales son demonios disfrazados en lugar de ser las propias almas de las personas fallecidas.      

 

¿Realmente los fantasmas existen?      

 

Muchas son las personas en el mundo que han visto fantasmas, incluyendo los fantasmas de Abraham Lincoln, Theodore Roosevelt, Winston Churchill, entre otros, y para no ir muy lejos a nivel bíblico se prueba la existencia de dichos fantasmas después de la muerte en donde se les menciona en varios versículos y capítulos como en la de primera de Samuel 28.     

 

En el nuevo testamento existe también la evidencia de que los discípulos de Jesús creían en los fantasmas, en Mateo 14:26 podemos leer:     

Jesús vino a ellos andando sobre las aguas del mar, y los discípulos, viéndolo andar sobre el mar, se llenaron de miedo, y decían: ¡es un fantasma! y se pusieron a gritar, pero Jesús les habló, diciendo: no temáis, no soy un fantasma, soy yo.      

 

En otro episodio narrado en Lucas 24:37-39 se deja también la evidencia de la existencia de los fantasmas, probando de manera contundente de que se trata de almas energéticas desencarnadas y no demonios haciéndose pasar por dichas almas de las personas fallecidas.      

 

Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían un fantasma, pero Jesús les dijo:      

 

¿Por qué estáis turbados, y llegan a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que soy yo mismo; palpad, y ved; porque un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como veis que yo tengo.  

 

La diferencia entre los espíritus y las almas.   

 

Los fantasmas son almas desencarnadas, no se trata de espíritus desencarnados: Los espíritus representan la vida eterna o la vida espiritual de los seres humanos y jamás han estado encarnados.   

 

Las comunicaciones con el más allá es más común de lo que pensamos, se trata de la comunicación fantasmal con las personas ya fallecidas a través de un médium. No existen los espíritus fantasmales, lo que es real, son las almas fantasmales.  

 

El alma es la misma mente, son los recuerdos o las memorias energéticas que continúan con vida después de la muerte, a estos cuerpos energéticos es a lo que se les llama: los cuerpos energéticos fantasmales después de la muerte.   

El alma o la mente que es el mismo intelecto, no es la parte espiritual de los seres humanos, el resto de los animales son almas vivientes irracionales y no son entidades espirituales.   

 

Quienes creen en la reencarnación, lo que se encarna en otro nuevo ser humano, son los cuerpos energéticos fantasmales que aún conservan los recuerdos, y de ninguna manera es un espíritu. Quienes interactúan con el mundo de los vivos son las almas desencarnadas y no se trata de entidades espirituales.    

 

Quienes se enfrentan a un supuesto juicio final son las almas vivas o desencarnadas de las personas, los espíritus no pueden ser juzgados porque estos representan la vida eterna de los seres humanos después de la muerte. El ama es la que conduce hacia la vida espiritual de las personas, pero el alma no es el mismo espíritu. La consciencia mental relacionada al alma, es distinta a la conciencia espiritual, el alma representa la dualidad mental de donde se puede hacer tato el bien como el mal, mientras que con el espíritu o la vida espiritual tan solo se puede hacer el bien, no existe un opuesto llamado el mal.   

 

Quienes tan solo viven la vida desde la mente, o el cuerpo a lo que se le llama alma viviente, deseando las cosas materiales de este mundo, su destino después de la muerte es convertirse en cuerpos energéticos fantasmales, mientras que las personas que son desapegas, justas, amorosas o compasivas, son las entidades espirituales que tienen garantizada la vida eterna.    

 

El alma es la que tiene mayor implicación religiosa, les hacen creer a las personas que el alma es la vida espiritual de los creyentes. Se suele confundir al alma con el espíritu. Las supuestas almas en pena del purgatorio, no es otra cosa que cuerpos fantasmales energéticos mentales memoriales que están sufriendo, ese será el destino que les espera a la mayor parte de los seres humanos debido a los grandes engaños y fraudes religiosos.   

 

Los seres humanos se componen de alma, cuerpo y espíritu, el alma es la mente, es la voluntad humana, el intelecto, y las emociones, es de donde se piensa y en donde se siente. El alma es la que está conectada al mundo de los deseos y de los apegos, mientras que el espíritu es el que nos conecta con Dios, a lo cual llamamos vida espiritual. Para morir al viejo hombre y nacer de nuevo, se debe de dejar de vivir desde el cuerpo, la mente o el alma, y comenzar a vivir desde el espíritu que es lo que garantiza la vida eterna.   

 

En Juan 4:24 podemos leer: 

 

Dios es espíritu, y los que lo adoran, deben de adorarlo desde el espíritu.    

Juan 3:6 también lo confirma cuando dice: Lo que es nacido del espíritu es, y lo que es nacido de la carne de la mente que es la misma alma, cuerpo, mente y alma terrenal es.   

 

Desde el momento en que se nace, nos acostumbramos vivir desde y para la mente, la mente o el alma es la que aprende el conocimiento de este mundo, en la escuela, el colegio o la universidad. A través de la mente o el alma es que nos conectamos al mundo de las emociones y de las pasiones, de los apegos y los deseos, es desde la mente o el alma que pecamos, y obramos el mal, es desde el alma que le desobedecemos a Dios, haciendo nuestra propia voluntad.    

Para vivir una vida espiritual genuina se deben de vencer todas las cosas de este mundo y este era el verdadero mensaje de Jesús para poder ser salvos. Desde nuestra alma es que vivimos separados de Dios, porque el alma está relacionada es a los deseos y pasiones desordenadas de la carne que conducen hacia la perdición.  

 

Si no atendemos el verdadero mensaje de la salvación predicado por Jesús de Nazaret, el resultado será, que después de la muerte nos convirtamos en fantasmas, los cuales son muy reales.    

 

¿Están ustedes preparados para la hora de la muerte?   

 

El cuerpo fantasmal después de la muerte.   

 

¿Alguna vez has visto un fantasma?    

 

¿Sabes tú que de verdad si existen los fantasmas?   

 

¿O ignoras acaso, que quizás tú mismo te irás a convertir en un fantasma después de la muerte y que no te vas para ningunos cielos?    

 

Los fantasmas no siempre aparecen como en las películas, de hecho, a veces se ven como una personas normales, sólidas, vivas y que respiran, y no es hasta que reconoces que algo está mal que te das cuenta de que te acabas de encontrar con un fantasma que es lo mismo que un alma desencarnada que se encuentra en el más allá en calidad de un cuerpo energético fantasmal.   

 

A estos encuentros se les conoce como apariciones fantasmales, en las apariciones visibles se les puede ver de cuerpo completo; o se les pueden ver tan solo algunas partes de su cuerpo, puede ser una cabeza, un brazo o un torso, o también pueden aparecer como una niebla fantasma.   

 

Las apariciones fantasmales se aparecen ante los seres queridos dentro de las 12 a 24 horas posteriores a la muerte, incluso dichas apariciones pueden seguir sucediendo durante largos períodos de tiempo.    

 

Las apariciones fantasmales son muy reales y prueban de manera contundente lo que sucede después de la muerte, incluso hay pruebas de voces incorpóreas que se pueden escuchar y han sido grabadas a lo que le llaman psicofonías, como también hay algo conocido como toques de fantasmas.   

 

Los demonios también se pueden agrupar y se pueden presentan como fantasmas, pero el gran fraude religioso para justificar la existencia de unos supuestos cielos eternos para donde van a ir a parar las almas de los muertos, dicen que las apariciones de fantasmas corresponden tan solo a espíritus de demonios, mientras hablan de almas en pena en el purgatorio con forma de fantasmas.    

 

Muchas almas desencarnadas pueden conservar sus características vivas después de la muerte, por lo tanto, si eran malos, desagradables, oscuros o malvados cuando estaban vivos, entonces hay una buena posibilidad de que su fantasma se comporte de la misma manera, dejo en claro que las almas desencarnadas de las personas no son demonios, así actúen como demonios debido a su historial energético que aún conservan después de la muerte.   

Nosotros los seres humanos que aún nos encontramos con vida compartimos nuestra vida terrenal con el mundo fantasmal de otros planos o dimensiones, dichas almas no se encuentran en ningunos cielos como tampoco en ningunos infiernos y mucho menos en ningún purgatorio, a estas almas sufrientes las tenemos más cerca de lo que pensamos.    

 

Se debe de entender que después de la muerte material el espíritu no se desprende del cuerpo porque este, nunca ha estado adherido a él, lo que se desprende del cuerpo físico es el registro energético de la persona fallecida a lo cual se le llama alma o mente desencarnada, por lo tanto, quien experimentan ver una luz al final del túnel después de la muerte es porque no comprendieron cuando se encontraban vivas el verdadero mensaje de la salvación eterna, y se van es para lugares o planos energéticos de luz que nada tienen que ver con la eternidad que no está hecha de ningún tipo de luz o de energías que hacen parte de la creación.    

 

Todas las personas que no comprendieron el mensaje de la salvación eterna, y no importando su creencia religiosa se van a convertir en fantasmas después de la muerte y jamás van a poder tener un descanso eterno.   

 

A lo que solemos llamar "Mi yo" "Mi identidad" "Mi persona" "Mi mente" Mi intelecto" esas cosas no son el cuerpo, esas cosas es el alma de cada persona, por lo tanto, quien muere es el cuerpo físico o material, y lo que se va para el más allá es la memoria energética del difunto, que es el recuerdo memorial que los irá a hacer sufrir después de la muerte porque no van a poder encontrar el descanso eterno debido a los distintos engaños religiosos.   

 

Ahora mismo cuando estás en el cuerpo físico es que puedes decidir que va a suceder contigo después de la muerte, porque ya después de que estés muerto ya no habrá retorno.   

 

Una vez que dejes el cuerpo físico ya no podrás tomar decisiones al respecto, es así de simple, cuando Jesús de Nazaret hablaba de la salvación de las almas, se refería a salvarnos del tormento que sufren las personas después de la muerte si no atienden su mensaje que consiste en dejar las cosas de este mundo que son las que fortalecen el crecimiento de un cuerpo energético memorial llamada mente o alma.    

 

Todas las personas que han muerto durante la existencia humana, a lo que llamamos nuestros ancestros, no se encuentran en nuestro mundo físico con cuerpo físicos, pero sus energías aún se conservan en calidad de fantasmas o de cuerpos energéticos memoriales, esto no significa que sean almas eternas desencarnadas, lo único que es eterno es el espíritu, y el alma o la mente no es el espíritu eterno.      

 

Los seres humanos somos manifestaciones espirituales eternas, mientras que los fantasmas son manifestaciones en el más allá de las energías mentales, los fantasmas se encuentras aún en el espacio y en el tiempo, mientras que la vida eterna está más allá del tiempo y del espacio, los espíritus no son las almas o las mentes de las personas.   

 

Las almas de las personas muertas pueden inter actuar con los seres humanos vivos si así lo desean, mientras que los espíritus que lograron vencer a la muerte de ninguna manera pueden tener un contacto con quienes nos encontramos vivos debido a que no son cuerpos energéticos, pertenecen a lo que es eterno.  

 

Los fantasmas saben ellos mismos que son fantasmas, esto no sucede así con quienes lograron vencer las cosas de este mundo para ser salvos. Los espíritus no tienen ningún tipo de registro memorial que los haga ser conscientes de que en algún momento fueron seres humanos.   

 

Los fantasmas sufren porque están atrapados en otros planos o dimensiones sin escapatoria alguna. Los fantasmas son esclavos de demonios en otros mundos o planos dimensionales, mientras que los espíritus han podido conseguir su libertad.   

 

A los fantasmas se les puede ver y sentir, a los espíritus no se les puede ver ni sentir.   

 

No importa si las almas desencarnadas en calidad de fantasmas son buenas o son malas, porque en ambos casos son almas que se encuentran atrapadas sin conseguir la forma de ser liberadas de dicho sufrimiento energético. El fantasma es la copia o la repetición de la persona cuando se encontraba viva, es la repetición de sus energías, de sus recuerdos.   

 

 

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.

 

Cristo El Mesías.
 
Correo de contacto para consultas y donaciones.
 
rubendarisaristi@hotmail.com