Las personas espirituales no deberían de ser cremadas o incineradas después de la muerte.

 

Revelación escrita por el espìritu de la verdad eterna Rubèn Lòpez.

 

Soy cristiano primitivo original. Por lo tanto no soy ni católico, ni judío, ni islamista, como tampoco protestante.

 

Quizás te estés preguntando si la cremación está mal y si tiene algún efecto en el alma en el más allá.

 

No importa que las personas apegadas a este mundo y que no fueron espirituales cuando estaban con vida, sean cremadas o incineradas o enterradas después de la muerte, de todas formas su alma se va para el mismo lugar llamado el hades o el inframundo en calidad de un cuerpo fantasmal. Debido a los apegos hacia las cosas de este mundo, estas personas no fueron consientes de la eternidad.
 
Pero en el caso de las personas espirituales consideradas santas, puras y perfectas, al igual que los niños. no deberían de ser incineradas, sino enterradas para que su cuerpo se descomponga de manera natural a dos metros bajo tierra. Debido a que estas personas consideradas santas han alcanzado un alto grado de desapego del cuerpo, y fueron conscientes de que su espíritu era eterno, por lo tanto el cuerpo y el alma con todas sus vivencias y recuerdos desaparecen para siempre. El cuerpo se transforma en otra cosa relacionada a la naturaleza en esta mismo tierra. El cuerpo regresa a su estado natural como elementos del planeta y el espíritu continúa en el estado eterno, ya sin un cuerpo físico. Y en el caso de los niños el apego al cuerpo es mucho menor, por lo que ya se les considera puros.
 
Hay una diferencia entre nuestro espíritu y nuestra alma. En ese sentido, lo que es espíritu, este es eterno. Respecto a lo que es el alma, esta puede continuar con vida después de la muerte, o desaparecer para siempre junto con el cuerpo, según sea el caso. Las personas conscientes de la espiritualidad eterna logran vencer las tentaciones, las pasiones, los deseos y los apegos, esto hace que el alma ya purificada deje de tener registros memoriales respecto a las vivencias de este mundo. Esta es la razón por la que las almas de los seres espirituales no se van para el hades o el inframundo en calidad de cuerpos energéticos memoriales fantasmales, sino que su espíritu continúa en la eternidad. Los seres espirituales logran vencer a la muerte, al hades o inframundo.
 
El mensaje central de Jesús de Nazaret es la salvación y la vida eterna, y revela el gran secreto: Dejar las cosas del mundo junto a los deseos, apegos y riquezas para tener vida eterna. Esto es vencer a la muerte para tener vida eterna. Si no existieran dos destinos distintos después de la muerte, el termino de salvación no tendría sentido, y el mensaje de Jesús no tendría valides alguna.
 
Lo que elijas hacer con tu cuerpo, con tu alma, con tu mente y con tu espíritu si que tiene gran importancia. Si mientes, engañas, matas o robas, si eres vanidoso, egoísta, violento, corrupto o codicioso, estas cosas quedan como un registro que no desaparece después de la muerte, a estas cosas es a lo que le llaman vida después de la muerte, que no es otra cosa que llegar al hades o al inframundo con un alma contaminada sin haber logrado vencer a la muerte tras haber logrado vencer las tentaciones pecaminosas que ofrece este mundo.
 
Para las personas espirituales no existe tal cosa como vida después de la muerte, la vida eterna no se encuentra después de la muerte, la eternidad no queda en un futuro, lo que es eterno ha existido por siempre. No ha tenido un principio, ni tendrá un fin. La eternidad no queda en los cielos, en el hades o e inframundo que es el mismo infierno.
 
En otras palabras, debemos de entender que es lo que realmente somos. Debemos de comprender que somos entidades espirituales eternas, y no simplemente cuerpos mentales mortales llenos de deseos, pasiones y apegos.
 
Si creemos que morimos y dejamos el cuerpo atrás y nuestra alma se va directo para unos cielos supuestamente eternos, ya salvos y purificados. ¿No es así?
 

Entonces la forma en que se entierra o se incinera el cuerpo de las personas que no lograron vencer a la muerte no tiene ningún efecto en la otra vida. Y para las personas espirituales, no existe vida eterna después de la vida. No se puede estar en dos lugares al mismo tiempo. O sea: Teniendo vida eterna espiritual, y a la vez conservando un alma memorial sufriendo en el hades o inframundo como un espectro energético fantasmal. El espíritu eterno no esta hecho de energías, por lo tanto no puede guardar ningún tipo de vivencias o recuerdos.

 

Un cuerpo santo y purificado de una persona le es beneficioso a la tierra, este es el motivo por el cual, no se deben de incinerar estos cuerpos, sino que se deben de enterrar para que vuelvan a su estado natural mientras que el espíritu continua su eternidad. Y en el caso de las personas mentales y religiosas amantes de este mundo, da lo mismo que sean enterradas o incineradas, esto no tiene importancia alguna. Ya bastante daño le han hecho al planeta tierra. 

 

Cuando el cuerpo se entierra directamente en la tierra se permite que se descomponga de forma natural. Pero si se incinera el cuerpo de los seres espirituales, no se estará permitiendo que el proceso de la creación continue su evolución natural. Ya muerto e incinerado no se cumple con los requisitos naturales de la vida y de la muerte que es devolver el cuerpo material a sus elementos naturales.

 

El fuego que se usa para la incineración siempre ha estado asociado con el diablo, el hades, inframundo y el infierno, y con los rituales de tipo satánico y religioso, esta es una razón mas que valida para no incinerar los cuerpos santos y purificados, al cuerpo humano se le llama el templo sagrado que contiene al espíritu Santo de Dios. El fuego de la cremación está destruyendo el templo que Dios creó cuando creó nuestros cuerpos. 

 

Después de permanecer durante muchos años el alma del cuerpo de las personas apegadas hacia las cosas de este mundo, esta se resiste a dejar el cuerpo y sus vivencias, este es el motivo por el cual existe la vida después de la muerte. Las mismas experiencias, vivencias y pensamientos se las llevan para el más allá o el inframundo. Y esto es precisamente lo que quieren o desean las personas espirituales, que su alma no continúe su camino por el lugar equivocado. Jesús de Nazaret venció al mundo, murió y bajó al hades o al inframundo llamado infierno, pero resucito al tercer día porque ha ya había vencido a la muerte. Este es el gran secreto de la resurrección de los muertos. Pero esto se consigue tan solo cuando nos encontramos con vida. Ya después de muertos no hay nada que hacer.

 

Debe de quedar claro que el alma de las personas es la que conduce hacia la vida espiritual. El alma debe de estar conectada a los asuntos espirituales y no a los asuntos de este mundo. Cuando el alma se desconecta del espíritu es cuando se crea un cuerpo mental separado del creador. Las creencias religiosas son del tipo mental y no del tipo espiritual, debido a que las creencias religiosas son materialistas apegadas a los asuntos de este mundo, y no son almas desapegadas que conduzcan a la verdadera vida eterna espiritual.

 

¿Podemos experimentar la vida eterna ahora mismo?

La mayoría de las personas piensan que la vida eterna es algo que se puede experimentar o tener tan solo después de la muerte. Pero la realidad es que la vida eterna se puede experimentar ahora mismo si se vive de manera espiritual. Para tener contacto con el Dios y creador eterno tan solo se consigue mediante la vida espiritual y no la vida mental conectada a los asuntos de este mundo terrenal. Por lo tanto debemos de tener la presencia divina ahora mismo par poder experimentar la eternidad y no esperar a la muerte para encontrarnos ante la presencia de Dios.
 
El Dios eterno vive dentro de nosotros ahora mismo y después de la muerte. El es quien cambia nuestra vida mental mundana, pasajera y mortal llena de deseos y apegos por una vida espiritual duradera y eterna. Experimentamos la eternidad cuando aprendemos a amar de manera desinteresada llena de bondad hacia los demás seres vivos y cuando protegemos a la madre naturaleza en lugar de destruirla.
 
Las verdades eternas marcan la diferencia respecto a las creencias religiosas. Entonces, para comenzar a experimentar la vida eterna hoy mismo, necesitamos que el Espíritu Santo de Dios nos llene de su amor y sabiduría ahora mismo.
 
Los seres humanos debemos recuperar nuestra visión de la vida eterna ahora mismo y en la Tierra. Volvamos nuestros pasos hasta el momento en que perdimos la vida espiritual por primera vez y fue durante los episodios del jardín del edén. Cuando se nos presentó la oportunidad de conocer el secreto del árbol de la vida eterna, y el fraude del árbol del conocimiento del bien y del mal, que no era otra cosa que el sistema de conciencia mental con el par de opuestos, el bien y del mal. Vivamos una vida espiritual de unidad de donde tan solo se puede hacer el bien, e ignoremos la vida mental con opuestos a lo que llaman libre albedrío.

Las almas en pena del purgatorio.

 

Según la iglesia católica, las ánimas del Purgatorio son las almas de las personas que murieron en amistad con Dios, pero con imperfecciones que deben ser purificadas. Eso es lo que nos han hecho creer. Pero la verdad es que una vez que la persona muere, el alma pecadora o alma contaminada se desprende del cuerpo y se va directo para el hades o inframundo y ya no tiene posibilidades de ser purificada para luego estar ante la presencia del Dios creador eterno.

A las almas del purgatorio se les muestra siendo purificadas en medio del fuego que es propio del diablo y del infierno.

 

El Espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.

 

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