La codicia y el fin de la humanidad.
 
La codicia, conocida como avaricia, es el impulso extremo e incontrolable de adquirir más comida, más amor, más estatus, más belleza, más poder y es el deseo de obtener muchas riquezas materiales. Los seres humanos codiciosos tan pronto ganan su primer millón, desean ganar más millones. Tan pronto tienen su primer auto de alta gama o su primera mansión, desean tener más autos costosos, más mansiones, más joyas, o más aviones.
 
La biblia dice que la codicia o la avaricia es la raíz de todos los males. Dicen los políticos, los banqueros, los empresarios y los economistas que la codicia es necesaria para salvar la economía, pero la realidad es que la codicia tan solo sirve para salvar las inversiones de los ricos y poderosos. Cuando los precios de las acciones suben los ricos son quienes se benefician. Algunas personas son tan ricas que tienen dinero para comprar autos hechos de oro puro para conducirlos por ciudades plagadas de gente muy pobre, riquezas que en algún momento la naturaleza se vengará y los dejará sin nada. 
 
La misma naturaleza se encargará de luchar contra la codicia humana porque los tiempos de la igualdad social, la era de los pobres que tienen lo justo para comprar un plato de comida para alimentar a sus hijos antes de irse a dormir tiene que llegar.
 
El planeta tierra ha sido saqueado y está siendo destruido para alimentar a codicia insaciable de los ricos que cada día quieren enriquecerse mucho más. Los políticos y altos funcionarios, los lideres religiosos, y los empresarios, al igual que las distintas celebridades ganan demasiado dinero, mientras las clases obreras se mueren de hambre.
 
La codicia de algunos seres humanos está envenenando a la humanidad mediante la cría excesiva de animales en condiciones muy crueles. Los cerdos y las gallinas, son hacinados en pequeños recintos y alimentados a la fuerza para que crezcan y engorden rápidamente y así obtener más ganancias.
 
La codicia ha causado la deforestación. La biodiversidad de la tierra y el ecosistema están siendo devastados debido a la codicia y la necesidad de ganar más dinero rápidamente por parte de aquellos que ya son inmensamente ricos. La destrucción de especies de insectos necesarios para polinizar las flores de las plantas y árboles que convierten el dióxido de carbono que exhalamos en oxigeno que necesitamos para respirar para poder sobrevivir, se está extinguiendo debido a los dañinos aerosoles químicos utilizados en la agricultura y la deforestación de plantas y árboles. Cultivos nocivos que se venden a alto precio para que algunas personas se hagan cada día mucho más ricas y poderosas.
 
Por otro lado, están los distintos lideres religiosos, los grandes empresarios, industriales, terratenientes y las celebridades que ya no saben en que invertir sus incalculables riquezas. Mientras que cada día se mueren millones de niños alrededor del mundo por falta de alimentos, de medicinas y de agua potable.
 
La codicia provocará el fin de la humanidad porque ya hay muchas bocas que alimentar y el alimento ya no es suficiente para toda la población mundial de más de 7 mil millones de habitantes.
 
Es muy fácil pensar que nosotros los seres humanos nacemos, vivimos una vida y luego morimos y el ciclo se repite en cada ser humano, animal y planta sostenido por la madre tierra. ¿Pero qué pasa con la madre tierra? ¿Estamos seguros de que la tierra nos va a continuar alimentando de manera infinita, cuando son los mismos seres humanos que la están destruyendo? ¿Tiene la tierra un principio y un final como lo tenemos nosotros los seres humanos y el resto de animales? La tierra es nuestro hogar, nuestra dadora de vida y protectora, pero la estamos destruyendo, contaminando, explotando, saqueando, la estamos volviendo inservible.
 
Los seres humanos deben de controlar la avaricia porque esta misma codicia hará que esta civilización tenga ya los días contados. 
 
Las personas que desean poseer y acumular bienes terrenales son las que mienten engañan y manipulan, son los autores materiales de la destrucción de la madre tierra. Los codiciosos son muy hábiles y astutos, cometen fraudes, estafan y traicionan hasta a los miembros de su misma familia y a sus amigos. Por lo regular los ricos codiciosos son deshonestos, y muy mentirosos. Para ellos el fin justifica los medios. Son duros de corazón y muy malos, hipócritas y desalmados. 
 
La codicia es la raíz de todos los males y de las desigualdades sociales. La codicia no es benigna como tampoco es algo espiritual es más bien muy maligna y destructiva. El amor al dinero es en realidad un mal hábito y es un maldito vicio. La codicia o avaricia es pecaminosa, pues es comparable a la idolatría. No se puede mar a dos señores, a Dios y a las riquezas. Ningún rico codicioso tendrá la vida eterna.
La codicia o la avaricia, ese deseo insaciable de ganancias materiales, ya sea de comida, dinero, tierras, posesiones, status, o poder es algo indeseable y asqueroso, aparte de ser pecaminosa porque la codicia hace que otras personas sean las que sufran y vivan en la más completa miseria. El capitalismo y el consumismo es un incentivo para la codicia. 
 
Muchas son las personas que viven tan solo para poseer cosas materiales. Y esto es debido al vacío espiritual en el cual viven. Son individuos que están desprovistos del significado interno de la vida, cuyo único objetivo es ver la felicidad en las cosas externas de este mundo. Como no tienen limites a sus deseos de hacer y de tener, ignoran la propiedad y los derechos de los demás seres humanos, a los cuales los abusan, los utilizan y los explotan.

 

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.