El mensaje central de Jesús es la vida eterna.
Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.
Todas las enseñanzas de Jesús son importantes pero la más relevante de ellas es la relacionada a la vida eterna.
Entonces, Si nosotros tuviéramos la oportunidad de ministrar a otras personas, por supuesto que les enseñaríamos sobre el reino eterno de Dios. Compartiríamos el significado de la verdadera vida eterna. Esto se debe a que la mayoría de la gente no sabe lo que significa la vida eterna.
Alguien podría decir: “La vida eterna es vivir para siempre”. Pero eso no es todo. Nadie deja de existir cuando muere. Los creyentes religiosos creen que la vida eterna después de la muerte es el cielo o en el infierno. Pero la vida eterna no es eso. La vida eterna no se puede ofrecer para un futuro.
Juan 17:3 Dice: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús, a quien has enviado.
Juan 3:36 Dice: "El que cree en el hijo, tiene vida eterna; y el que no cree en el hijo, no verá la vida; pero la ira de Dios permanece sobre él".
La vida eterna es una posesión en tiempo presente. No es algo que comienza después de que morimos en unos cielos o en un infierno. Hay varios versículos que hablan de la vida eterna como algo que poseemos en esta vida.
Juan 4:14 dice:  Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan 5:24 Dice: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 6:27 Dice: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre.
Juan 6:40 Dice: Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan 6:47 Dice: De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Queda muy claro que la vida eterna es aquí, ahora mismo en el presente. La vida eterna no queda en el cielo o en el infierno. Tan solo basta con creer en las enseñanzas de Jesús y no en ningún otro personaje bíblico.
Por eso, la pregunta sigue siendo: “¿Qué es la vida eterna?” Esto es muy importante. Juan 3:16 dice que esta es la razón por la que vino Jesús.
"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no perezca, sino que tenga vida eterna".
¿Y que es en lo que debemos de creer y que dijo Jesús para tener vida terna?
Jesús dijo que para tener vida eterna debemos dejar de hacer el mal y dejar todas las cosas de este mundo, incluyendo las riquezas materiales. La salvación consiste en seguir las enseñanzas originales de Jesús de Nazaret, no cambiadas, no adulteradas. La salvación es mucho, mucho más que el perdón de nuestros pecados para tener vida eterna. Se requiere de nuestra parte, y mucho esfuerzo y voluntad para resistirnos ante las insinuaciones del enemigo que quiere hacernos daño ofreciéndonos todas las cosas de este mundo. No solo basta con decir: "Soy cristiano"
Déjame decirlo de esta manera. Si todo lo que hiciste fue pedirle a Jesús que perdonara tus pecados para no ir a parar en el infierno, entonces te estás perdiendo la vida eterna.
Los creyentes religiosos creen que al tener vida eterna les da derecho de vivir para siempre con Dios en el cielo. Pero esto no es verdad. el Dios eterno no vive en ningunos cielos físicos que hacen parte de la creación.
Lo que es maravilloso. Es que el Dios eterno nos ofrece enormes beneficios aquí y ahora, en la Tierra. La vida eterna es uno de esos beneficios.
Recordemos lo dicho por Jesús al definir la vida eterna para nosotros aquí en la tierra:
en Juan 17:3. “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús, a quien has enviado”.
La vida eterna es conocer a Dios aquí en la tierra. ¿Crees que ya conoces a Dios lo suficiente como para tener vida eterna? No se trata de conocimiento mental o intelectual, se trata de conocimiento espiritual.
Cuando Jesús dijo que la vida eterna era conocer a Dios, estaba hablando de tener una relación íntima, cercana y personal con Dios. ¡Eso es genial!
Se supone que debemos tener vida eterna manteniendo una relación cercana, íntima y personal con Dios nuestro Padre y Jesús Su Hijo, pero ahora mismo aquí en la tierra. 
Jesús dijo en Juan 3:16 que Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito para que los que creen en él no perezcan, sino que tengan vida eterna. Si todo lo que has hecho es creer en Jesús para no ir al infierno, entonces te estás perdiendo la vida eterna que el Señor quiere tener contigo ahora mismo.
¿Por qué se malinterpreta esto? Es porque las falsas iglesias cristianas ha cambiado y adulterado el mensaje de salvación predicado por Jesús y sus discípulos. Al validar las riquezas materiales escogiendo de manera muy habil algunos versículos del antiguo testamento. Los ricos y poderosos de este mundo no tienen vida eterna ahora mismo aquí en la tierra, ni la tendrán después de que se mueran. Esto incluye a los mismos lideres religiosos muy ricos y poderosos.
La misión de los seres humanos aquí en la tierra es tener una relación intima y espiritual con el Dios eterno, y esto se consigue cuando descubrimos que nosotros también tenemos vida eterna. Si no existiera el concepto del cielo o del infierno, da igual, pues el mensaje de Jesús continúa siendo el mismo. Los premios y castigos bien sea en el cielo o en el infierno, se los inventaron algunos personajes codiciosos para que se puedan enriquecer los distintos lideres religiosos.
Ésta es una de las principales diferencias entre la verdadera iglesia primitiva de Jesús del primer siglo y nuestras iglesias modernas. Estas personas conocían al Dios eterno íntimamente viviendo de manera espiritual y desapegadas de todos los asuntos del mundo. Tenían una relación espiritual con el Señor y no estaban pensando en cielos ni en infiernos.
Ellos tenían las ventajas de que no existía la radio, la televisión, el Internet, los celulares, los medios de comunicación modernos, como tampoco existían las grandes celebridades del cine y la televisión. Por cuanto podían tener una relación muy intima y real con el Dios eterno a nivel espiritual. Tenían mucho más que dogmas o doctrinas de tipo religioso. 
No pretendamos condenarnos, sino iluminarnos con las enseñanzas de Jesús. No sintamos envidia por quienes son ricos, famosos, bellos y poderosos. Ellos no tienen lo que tenemos nosotros: La vida eterna. Esto tan solo es para unos pocos elegidos. Esta es la verdadera vida cristiana original no adulterada. 
Si ésta no es tu experiencia, entonces realmente no estás viviendo una vida espiritual genuina a lo que se le llama el cristianismo original predicado por Jesús de Nazaret.
El espíritu de la verdad eterna enseña sobre la “Vida Eterna” al igual que lo hizo Jesús de Nazaret. Esta bien podría ser una de las enseñanzas más importantes que jamás hayas escuchado. 
Si eres un verdadero cristiano es porque has creído tan solo a lo enseñado por Jesús, por lo tanto ya tienes vida eterna, porque esta es la vida eterna: Creer en Dios y creer en Jesús.
Conocer a Dios es vida eterna.
 
Desde el momento en que Pedro fue testigo del Cristo resucitado, fue un hombre diferente. Intrépido en sus deseos de servir a los demás y ser testigo del Redentor, llegó a conocer al Salvador de manera más profunda y significativa. Con el tiempo, el comportamiento, las actitudes y las acciones de Pedro llegaron a recordar sorprendentemente a aquel a quien seguía. Pedro llegó a ser un tipo de Cristo. Un proceso similar estaba funcionando en otros cristianos primitivos. Llegar a conocer al Padre y al Hijo transforma nuestras vidas para siempre.
 
Conocer a Dios, es llegar a ser como Cristo y recibir la vida eterna. Debemos reconocer que conocer al Padre y al Hijo conduce a la vida eterna.
 
 Jesús decía: “para que todos sean uno; como tú, Padre, estás en mí, y yo en ti, para que sean uno en nosotros:  para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos” (Juan 17:21, 26). En su oración, Jesús vinculó la vida eterna con conocer a Dios, ser uno con Dios y amar a los demás con el amor puro de Dios.
 
Debido a que el Padre y el Hijo tienen vida eterna, conocerlos a ellos de manera muy intima es vida eterna (ver Juan 5:26). La vida eterna es experimentar la vida como Dios la conoce. Es vivir para siempre con el Padre y el Hijo y vivir como el Padre y el Hijo. La vida eterna es el don supremo y salvador de Dios y, como don, es por definición “gratuita” 
La vida eterna no se consigue dando diezmos, ofrendas o primicias, esto es un vil engaño.
Si escuchamos cosas que nosotros mismos no podemos entender entonces esas personas son muy inteligentes y a ellas es a quien hay que creerle. Estas personas supuestamente inteligentes lo que hacen es confundir a la gente con su fina y compleja palabrería. Eso no es inteligencia. Las personas se enamoran de las palabras así no las entiendan. La realidad es que la inteligencia reside es en hacerse entender de la manera más sencilla posible. Por este motivo escribo de la manera más simple, para que aún las personas más humildes y sin estudios me puedan entender.
 
Nosotros los seres humanos somos la creación. No hacemos parte de la creación, La creación es una sola. Si destruimos algo de la creación, nos estaremos destruyendo a nosotros mismos.
 
Por estar pensando en las cosas tontas del mundo. Por perder el valioso tiempo en las cosas ridículas y vulgares que ofrecen las redes sociales. Es que los seres humanos tontos no adquieren sabiduría. Cuando llegue el momento de partir de se mundo se llevarán encima tan solo basura. Porque no aprendieron a vivir vaciados de las cosas nocivas que ofrece el mundo. La vida espiritual nunca cambiará, sea que estes en este mundo, o ya dejes de estar en este mundo.
 
Para no llevar la basura de este mundo a la tumba lo único que necesitamos es transformación, esto significa vaciarnos de toda la basura que no echamos encima, debemos estar atentos para que no quede absolutamente nada del viejo hombre.
 
Las personas de esta generación tan solo buscan ver y escuchar cuanta vulgaridad y ridiculeces encuentran en las redes sociales como Facebook, Instagram o Tik Tok, y si les incomoda y les fastidia mucho tener que leer o escuchar las cosas que verdaderamente son sabias y que le podría servir para su transformación. A estas cosas valiosas no le prestan la más mínima atención.
 
Conocernos a nosotros mismos yendo hacia nuestro ser interior, eso es todo lo que necesitamos para adquirir sabiduría. Pero cuando tan solo ponemos nuestros sentidos hacia las cosas del mundo exterior es cuando nos comenzamos a llenar de basura. Este es el mayor impedimento de la espiritualidad que requiere de vacío de mundo.
 
Las respuestas a todas las preguntas se encuentran en nuestro ser interior. Pero debemos de entender que lo que está adentro de nosotros no es la mente, no es el alma, sino que es el espíritu, es allí a donde debemos acudir en busca de la transformación.
 
Lo que acumulamos y qué viene del mundo exterior no es nuestro verdadero ser, estas cosas tan solo son una programación. Y es dicha programación la que de sufrir una transformación que es la que nos hace nacer de nuevo.
El Espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.
 
correo de contacto: 
 
rubendarisaristi@hotmail.com
 
Colombia.