Dos naturalezas distintas en los seres humanos.

 

Revelación escrita por el espìritu de la verdad eterna Rubèn Lòpez.

 

Soy cristiano primitivo original. Por lo tanto no soy ni católico, ni judío, ni islamista, como tampoco protestante.

 

La mente o el alma pueden existir sin el cuerpo. La mente o el alma no se pueden destruir. La mente o el alma sobreviven a la destrucción del cuerpo. Dios no puede aniquilar al alma o a la mente. El cuerpo podría existir sin la mente, y la mente podría existir sin el cuerpo. La mente o el alma puede tener conocimiento, mientras que el espíritu es quien tiene la sabiduría. La mente es realmente distinta al cuerpo y puede existir sin él.
 
¿Pueden existir las mentes o las almas sin los cuerpos? Sí: los fantasmas y los demonios.
 
¿Puede existir los cuerpos sin las mentes? Sí: Las personas que tienen cuerpo y son espirituales.
 
¿Se puede pensar sin cerebro? Sí: Las entidades espirituales que no tienen cuerpo como Dios.
 
Los demonios mentales no requieren de cuerpos físicos para existir. Los demonios pueden pensar sin tener un cuerpo físico: como satanás.
 
Hay mentes o almas pensantes, con o sin cuerpos, como también hay espíritus pensantes con o sin cuerpos.
 
Los pensamientos no son tan solo mentales, también pueden ser espirituales, aquí es donde podemos afirmar que existen los pensamientos duales mentales y los pensamientos espirituales de unidad. Se puede pensar y vivir desde la mente, como también se puede pensar y vivir desde el espíritu. La biblia dice: Dios necesita que lo adoren desde el espíritu y no desde la mente. Como también dice: No vivan desde del cuerpo mental, vivan desde el espíritu, esto significa vivir desde la unidad espiritual y no desde la dualidad mental.
 
Esto explica que en el cuerpo de los seres humanos hay dos naturalezas distintas: La una mental basada en un par de opuestos, y la otra espiritual basada en la unidad. El espíritu puede existir sin el cuerpo después de la muerte porque es eterno. Y el alma o la mente puede continuar con vida después de la muerte en calidad de un fantasma o demonio. Dos naturalezas distintas, dos destinos distintos después de la muerte.
 
La mente o el alma no es igual al espíritu. Tanto el alma-mente-intelecto como el espíritu pueden habitar en el cuerpo, como también pueden continuar existiendo tras la destrucción del cuerpo. Pero su destino es bien distinto. No son de la misma naturaleza. La mente y el espíritu pueden existir independientes uno del otro. El alma y el espíritu son opuestos, como lo es la mente con opuestos.
 
La mente no es la única que puede provocar movimientos en el cuerpo, pues el espíritu también lo puede hacer. La mente no es la única que puede pensar, pues el espíritu también puede pensar, pero los pensamientos de la mente son distintos a los pensamientos del espíritu, con la mente se puede pensar en hacer el bien o hacer el mal, con el espíritu tan solo se puede pensar en hacer el bien porque no tiene un opuesto llamado el mal. La elección es voluntaria. O se vive desde la mente, o se vive desde el espíritu. Si se vive desde la mente el destino después de la muerte es quedar en calidad de un fantasma, y si se vive desde el espíritu el destino después de la muerte es la vida eterna.
 
La actividad de la mente sobre el cuerpo es energética, mientras que la actividad del espíritu sobre el cuerpo es esencial y pasiva. El espíritu de unidad jamás interactúa con el alma-mente dual dentro del cuerpo de las personas. Utilizar el alma o la mente humana para dar explicaciones espirituales es toda una locura. A Dios jamás se le puede definir su naturaleza a través de la mente o del intelecto humano. El ser humano sin la vida espiritual es un cuerpo incompleto. El ser humano mental es un cuerpo pecaminoso. La unión del cuerpo con la mente da como resultado una persona vacía de vida espiritual alejada de su Dios y creador. Son personas incompletas.
 
Para ser un ser humano integro y completo se requiere de la vida espiritual. Los seres humanos mentales no pasan de ser sino simples animales.
 
La doble naturaleza humana es inevitable y contradictoria, pero esto se puede remediar. Se puede pasa de la dualidad mental a la unidad espiritual para garantizar la vida eterna. Dejar las cosas mentales del mundo, en la medida en que nos conectamos con nuestra verdadera identidad esencial espiritual.
 
Ningún ser humano puede decidir en qué país quisiera nacer, como tampoco puede decidir antes de nacer a que familia rica quisiera pertenecer, aquí no hay elección. Pero cuando tenemos ya la vida, si podemos decidir a donde queremos ir cuando nos llegue la hora de morir. 
 
Ha habido muchas personas espirituales que han muerto de manera prematura, o que han sido asesinadas cuando apenas comenzaban a vivir, y que podrían haber traído muchas bendiciones a esta humanidad, mientras que muchos hombres mentales muy malos, dañinos y perversos han sobrevivido a grandes atentados o desastres naturales, es una verdadera pena que estas cosas sucedan, pues se mueren antes de tiempo los que no se deberían de morir. Incluso son una carga para ellos mismos y para los demás.
 
Los seres humanos han confundido los términos de lo que es eterno y de lo que es infinito. Infinito no es lo mismo que eterno. Lo eterno es lo que no ha tenido un principio como tampoco tendrá un fin. El espíritu es eterno porque no ha tenido un principio como tampoco tendrá un fin. Es por este motivo que la vida espiritual de las personas no termina, no se destruye después de la muerte del cuerpo, porque el espíritu es eterno. Dios es eterno porque es espíritu.
 
Lo infinito es algo que si tuvo un origen o un principio pero que no tendrá un final. El alma de las personas que es la mente, si tiene un origen o un principio, pero no tendrá un final. Ya hemos visto la diferencia entre lo que es eterno y lo que no lo es. Lo que es infinito, como por ejemplo el alma o la mente humana, involucra al tiempo, al espacio y a la velocidad, mientras que lo eterno está más allá del tiempo y del espacio. La vida espiritual de las personas es un eterno presente, siempre perfecto, puro, lleno de amor y orden. Mientras que la vida mental de las personas es un total caos y desorden, todo es imperfecto, en donde hay odio, envidia y rencor, injusticias, violencia y muerte. La tierra y los cielos hacen parte de lo que es la creación infinita, los cielos no es la eternidad.
 
Una sola vida humana tiene un valor incalculable, y pensar que las distintas creencias religiosas a lo largo de la historia han destruido a legiones de vidas humanas. El no evolucionar la vida espiritual de la manera correcta es un verdadero desperdicio de vidas humanas. Se debe de omitir la religiosidad si se desea entender que es la evolución espiritual humana.
 
Cada ser humano tiene un valor único, con cada ser humano que se va perdiendo, el mundo entero se va derrumbando. Si no se le da un verdadero sentido a la vida humana, jamás se podrá entender lo que es la muerte. Si la vida humana no evoluciona a nivel espiritual, la mente humana es quien estará ganando la batalla. El mal o las tinieblas es la que estará triunfando sobre el bien. La humanidad se está decretando a sí misma su propia aniquilación.
 
Desde los tiempos más antiguos la humanidad ha pasado de un terror a otro terror, de una guerra o otras guerras, de injusticias a otras injusticias, de destrucción en destrucción, y estas cosas han venido pasando por falta de seres humanos espirituales. Incluso las famosas religiones que pregonan tanto el amor, la justicia, la paz y la compasión, son las que han desatado las peores guerras y masacres más sangrientas en nombre de un supuesto dios.
 
Mientras que, en las esporádicas épocas de calma y paz, es cuando se fortalecen los bárbaros y malvados. Cuando se habla de tiempos de prosperidad económica y de paz, es cuando se están fabricando los mayores armamentos para luego ser utilizados en las guerras y matanzas de seres inocentes. Existe una gran diferencia entre los seres espirituales que hablan de justicia y paz, y los seres mentales que hablan de prosperidad económica, progreso y cambio. Estos últimos son los que inician las guerras, y son los que cometen las grandes injusticias.
 
La raza humana debe de aprender a vivir de manera espiritual sin verse obligada a pensar con la ayuda de los opuestos mentales si desea la evolución y la paz tan anhelada.

El Espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.

 

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