El diablo y los demonios como la personificación del mal.
 
La biblia dice: Vosotros sois hijos de vuestro Padre el diablo. Y solo los deseos de vuestro Padre el diablo queréis hacer. El diablo no es aquella entidad con cachos y con cola en el cual nos han hecho creer. El origen del mal o del pecado que viene a través de una serpiente es una gran mentira religiosa. El mal actúa a través de la mente de las personas. 
 
Ser un demonio significa ser una persona que actúa de manera malvada para mentir o dañar a otras personas. La verdad es que el mal es inherente al ser humano.
 
El diablo y los demonios ya están aquí y los vemos todos los días. Al diablo y a los demonios personificados se les puede ver al rededor nuestro y todos los días. Al diablo y a los demonios los podemos ver personificados en los políticos, gobernantes, jueces y abogados corruptos, injustos y tiranos. Los podemos ver en los seres humanos codiciosos, violadores, ladrones, corruptos, estafadores y delincuentes. Los podemos ver en los distintos lideres religiosos adoradores del mismo diablo mentiroso y genocida. Los podemos ver de muy distintas maneras según sea el accionar perverso y maligno de las personas. 
 
Se ha escuchado decir que la naturaleza humana tiende a ser mala, y que es más fácil hacer el mal que el bien. "La naturaleza humana es buena y también es malvada". Las personas malas pueden convertirse en mejores personas si deciden hacer el bien en lugar de hacer el mal. Pero se debe de vivir de manera espiritual muy duro para cambiar el mal por el bien.
 
En la naturaleza del ser humano existen los deseos, los apegos y la codicia y estas cosas muchas veces es lo que hace malas a las personas. La naturaleza humana nace para preocuparse por sus propios intereses no importando cuanto mal se le pueda hacer a las demás personas. Se debe de aprender a distinguir entre el bien y el mal, porque la mayor parte de los seres humanos hacemos el mal y creemos que estamos haciendo el bien.
 
El origen del mal o el pecado original contado en la biblia es una gran mentira. Lo sucedido en los episodios del jardín del edén fue una alteración genética y no una creación natural original de donde no existe posibilidad alguna de obrar el mal. Desde aquellos momentos y hasta la actualidad, los seres humanos llevan el mal dentro de ellos mismos, no hay que buscar al diablo o a los demonios que nos inviten a hacer el mal en otros lugares. Ellos están personificados en los mismos seres humanos y actúan a través del sistema de conciencia mental con un par de opuestos. 
 
El mal lo llevamos desde recién nacidos, y se va manifestando en la medida en que nos conectamos con el mundo y vamos creciendo. Muchas personas acuden a la religión para dejar de obrar el mal, ignorando que desde aquellos lugares es que actúa el diablo y los demonios, es la oscuridad vestida de luz. Hacen ver el mal como si fuera el bien.
 
Nos podríamos preguntar ¿Los humanos nacen buenos o malos? La verdad es que los recièn nacidos nacen con una naturaleza mental que tan solo el mundo puede desarrollar y potencializar, es por este motivo que existan personas màs malas que otras. Es por el mismo motivo es que unas veces podemos hacer el bien y otras veces podemos hacer el mal. Pero los mismos seres humanos desde que nacemos aparte de la naturaleza mental también nacemos con una naturaleza espiritual de donde tan solo se puede hacer el bien. Esta es la lucha interna humana entre el bien y el mal.

Mucha gente cree que los niños nacen buenos e inocentes. Creen que es el mundo el que los corrompe a medida que envejecen, pero en muchas ocasionas no sucede así. Desde los mismos jardines infantiles se puede ver que cuando los niños pequeños ven algo que ellos quieren, inmediatamente se lo roban a otro niño. Muchos de ellos son peleones y egoístas, aunque nadie les enseñó a ser así. Muchos de estos niños lastiman y golpean a otros niños sin que nadie le enseñara a estos niños a golpear y lastimar a alguien. Aunque en muchas ocasiones estas conductas son aprendidas en su mismo hogar porque ven a sus padre hacerlo.

 
No esperemos a que ninguna entidad sobrenatural llamada Dios, venga  derrotar al mal que habita dentro de los seres humanos, Al mal  se le derrota haciendo el esfuerzo de tan solo hacer el bien, pero esto tan solo se consigue en la medida en que nos vamos conectando con nuestro espíritu a lo que llaman vida espiritual de unidad. Las religiones son mentales, no son espirituales.
 
Si desde recién nacidos los padres les enseñan a sus hijos sobre la moral, los buenos pensamientos, las buenas conductas, les enseñan sobre el amor y la bondad, lo más seguro es que el mal no se va a personificar en aquella persona en la edad adulta. Porque se les está enseñando a vivir de manera espiritual y no mental.
 
A nivel religioso y a nivel científico no han podido comprender la complejidad de los seres humanos multifacéticos, capaces de tener gran bondad y compasión, y a la vez  ser muy crueles, malvados, perversos y maliciosos. La explicación de tal complejidad tan solo es una: El sistema de conciencia mental basado en un par de opuestos de donde se puede hacer tanto el bien como el mal. Y para que el dispositivo mental deje de invitarnos a obrar el mal, o hacer el bien disfrazado del mismo mal, debemos de vivir de manera espiritual de donde tan solo se puede hacer el bien.
El lado más oscuro de la naturaleza humana no se puede explicar a nivel científico ni religioso. Las personas pueden ser muy malas, perversas, malvadas y destructivas, porque nadie puede impedir que ellas actúen de esa manera, es su libre elección, ellas mismas escogen lo que quieren ser. La libertad humana a lo que llaman libre albedrío puede conducir a resultados tanto buenos como malos. 
 
Pero los seres humanos tenemos más probabilidades de elegir el mal que el bien, debido al egoísmo, los apegos, los deseos y la codicia inherentes que están presentes en todos nosotros. Esto se debe a que los seres humanos estamos impulsados por un deseo constante de hacer valer nuestra propia voluntad y tener dominio, poder y control sobre los demás. Este deseo de poder y control se manifestar de muchas maneras diferentes, desde el nivel individual hasta el nivel social, político y religioso.
 
Podemos decir que  los seres humanos no son del todo malos y que sean incapaces de hacer el bien. Las personas malas por lo regular siempre tienen una lucha interna contra esa maldad que los hace obrar de esa manera, es la licha entre el ben y el mal. Una persona muy mala pude convertirse en una mejor persona, y una persona buena puede convertirse en una persona muy mala. Todo depende de las decisiones individuales. Y de la situación que este viviendo cada persona.

Malas y perversas no son tan solo las personas que matan, golpean o violan, malas y perversas son tambièn todas las personas que le ocasionan sufrimiento a los demàs seres humanos debido a la codicia por las riquezas materiales. La codicia se puede decir que es la raìz de todos los males, Y es a esta codicia que es la causante de tanto sufrimiento en este mundo a lo que le llaman el evangelio de la prosperidad econòmica en las iglesias cristianas. Es un mal disfrazado de bien, por esto es que se debe distinguir entre el bien y el mal. Igual sucede con los pensamientos positivos de los ganadores, vencedores y triunfadores, para que los unos puedan vivir con riquezas materiales los demàs deben de sufrir y ser los esclavos de los triunfadores.

 

Dondequiera que haya competencia por cada día tener mucho más riquezas, tienen que haber perdedores y en este caso los perdedores tienden a morir más jóvenes que los ricos. 

 

Cada individuo sobre el planeta tierra lucha contra el mal. Lucha contra sus propios demonios. Lucha contra los malos pensamientos, lucha contra las malas palabras o contra las malas acciones. Lucha contra las adicciones o los malos hábitos. Pero mientras no aprendan que dentro de ellos mismos se encuentra una naturaleza espiritual y que es esta naturaleza divina la que puede desalojar el mal de nuestra vida, continuaremos viviendo como si Dios no existiera. El diablo y los demonios estarán ganando a batalla entre el bien y el mal.

 

Debemos entender que todos los seres humanos nacemos con una naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa es una inclinación natural a ser malo. Y esta naturaleza que permite hacer el mal se llama mente, o pensamientos mentales.

 

El mal se disfraza de muchas maneras incluso cuando la gente es aparentemente amable y sincera, nadie sabe realmente lo que esta persona está pensando, con sus palabras puede parecer un ser de luz pero por dentro puede ser un demonio, de esta manera es que actúan los distintos lideres religiosos. No nos debemos confiar en que todas las personas son buenas, porque la verdad es que del todo no somos buenos, siempre hay algún grado de maldad dentro de nosotros.

 

Antes de que existieran el Internet, los celulares y las redes sociales, existían en menor cantidad las personas malas, eran mucho mas las personas buenas. La tecnología hizo que las personas malas llenas de codicia, odio y de rencor crecieran de manera alarmante. Antes de que existiera el Internet las personas solían comunicarse e interactuar cara a cara. Ahora las personas malas pueden esconderse detrás de su teclado o teléfono inteligente y atacar a otras personas mostrando un falso perfil para poder obrar el mal a su voluntad.

 

Cada uno de nosotros formamos parte de lo que es toda la humanidad, de lo que es un sistema social o de pequeñas comunidades, entonces nuestros buenos pensamientos, nuestras buenas palabras y nuestras buenas acciones deben de beneficiar a todos los seres humanos que nos rodean. Pero cuando somos egoístas y tan solo pensamos en nuestro bienestar y el bienestar de nuestra familia ignorando as necesidades y el sufrimiento de las demás personas, dejamos de ser buenos para ser malas personas, así creamos que somos buenos porque somos responsables con nuestra propia familia, amigos y conocidos. Cuando decidimos ser personas buenas debemos de serlo también con los desconocidos que sufren calamidades, enfermedades y que están necesitados.

 

Recordemos lo dicho por Jesús de Nazaret resumiendo lo que es una persona buena.

 

Mateo 25:35-36

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

 

Quienes hacen lo contrario son personas malas y despiadadas, faltos de amor y de bondad.

 

Lo que hay bueno en ti es lo que debe de beneficiar a la mayor cantidad de personas. No basta conque te preocupas solo por las personas más cercanas a ti. Si no incluyes en tu vida a las demás personas, entonces tu comportamiento estará reflejando otra cosa. No eres un ser espiritual ni eres un buen cristiano. Estarás practicando un falso cristianismo que tan solo habla del amor, misericordia y bondad por los demás. El no cumplir con estos requisitos nos hace ser malas personas.

 

No debes de justificar tus buenas acciones que benefician tan solo a un pequeño número de personas, como mantener a tu familia incluso hasta el punto del exceso, mientras que estas descuidando el preocuparse por las necesidades de las demás personas. Pues te estás separando del resto de la humanidad, los seres humanos en su conjunto representan la vida espiritual de unidad. Los seres humanos en su conjunto es lo que representa a Dios y al cristianismo original.

 

No solo basta saber que el mal es inherente a nosotros los seres humanos, el mal también lo podemos aprender de las demás personas. Se puede introducir en nosotros a través de mensajes subliminales en la música, en el cine y la televisión, o en los lavados de cerebro a nivel político, cultural y religioso.

 

La verdad es que la religión enseña a los humanos a ser malvados. Mire los actos del dios del antiguo testamento.


Ordenó el asesinato intencional de niños inocentes simplemente porque los padres de esos niños pecaron contra Dios. Números 31; 17-18


Ordenó el asesinato intencional de no creyentes con el único fin de adquirir propiedades. Números 33; 50–56

Les dijo a los israelitas que obligaran a los no creyentes a convertirse voluntariamente en esclavos de los israelitas o morir. Deuteronomio 20; 10-17


Les dijeron a los israelitas que podían violar a cualquier mujer cautiva que encontraran atractiva hasta que la víctima de la violación ya no agradara al violador. Deuteronomio 21; 10-14

 

Y hoy, los seguidores de este dios maligno y violento defienden y justifican felizmente esos crímenes tan injustos y atroces.


¿Es el hombre el que es inherentemente malo?


¿O fue el dios bíblico del antiguo testamento quien hizo malvados a los hombres? El dios bíblico le enseñó al hombre que fuera malo para él.

 

De que manera se puede hacer tan solo el bien y no hacer el mal.
 
Romanos 12:21 dice: “No os dejéis vencer por el mal, sino venced el mal con el bien.
 
Romanos 7:19-25
En vez de lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer. Pero si hago lo que no quiero hacer, en realidad no soy yo quien lo hace, sino el pecado que está dentro de mí. Me doy cuenta entonces de que, aunque quiero hacer lo bueno, solo puedo hacer lo malo.
 
Santiago 4:17
y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
 

Romanos 12:9 

Deja que el amor sea genuino. Aborrece lo que es malo; aferraos a lo que es bueno.

 

Marcos 7:20-23 

Y él dijo: “Lo que sale del hombre es lo que lo contamina. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, la fornicación, el hurto, el homicidio, el adulterio, la avaricia, la maldad, el engaño, la sensualidad, la envidia, la calumnia, la soberbia, la necesidad. Todas estas cosas malas salen de dentro y contaminan a la persona”.

 

Santiago 1:13-15

Que nadie diga cuando es tentado: "Estoy siendo tentado por Dios", porque Dios no puede ser tentado por el mal, y él mismo no tienta a nadie. Pero cada uno es tentado cuando es atraído y seducido por su propio deseo. Entonces el deseo, cuando ha concebido, engendra el pecado, y el pecado, cuando ha crecido, engendra la muerte.

 

El espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.