El dios de Abraham, el dios del Judaísmo, del Islamismo, del catolicismo y del protestantismo es el mismo diablo o satanás.
El dios del antiguo testamento es una fuerza celestial malvada y maligna que causa sufrimiento, muerte y destrucción y es la entidad que tienta o dirige a la humanidad a cometer violencia y genocidio. Presentándose como si fuera el verdadero Dios y creador.
El dios del antiguo testamento es el Príncipe de la Oscuridad", es el príncipe de este mundo. Es la fuente de toda maldad. Es un demonio, es tirano, patriarcal, vengativo y cruel. Es iracundo y guerrero. Sus acciones son malvadas y diabólicas. Es el mismo diablo que puso en tentación a Jesús durante 40 días de ayuno.
El dios que habló con Moisés, con los judíos, y con los sacerdotes, es el Príncipe de la Oscuridad, no es el dios de la verdad.
El verdadero Dios es santo y es supremo; es amoroso y justo, este Dios, es el verdadero Padre de Jesús de Nazaret.
Cada vez que leemos sobre genocidios, masacres, violaciones, ejecuciones crueles y tortuosas, venganzas e iras implacables, con lo que más de la mitad del antiguo testamento está llena, sería más consistente que la llamáramos la palabra de un demonio, antes que la Palabra de Dios.
Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.