Los líderes religiosos magos e ilusionistas.

 

Las grandes mentiras y engaños religiosos comienzan desde la edad más tierna y por parte de nuestros propios padres cuando les dicen a sus hijos: los regalos de navidad los trae El Papá Noel o el niño Dios, que gran mentira pues en la mayor parte del mundo en donde vive la clase más podre y miserable, este dichoso niño Dios o Papá Noel nunca se les aparece.  

 

La ficción y el engaño religioso no tan solo se encuentra en nuestros propios hogares pues se también se encuentra y en gran abundancia en lo que llaman textos sagrados, escuelas, templos y catedrales.    

 

La humanidad siempre ha sido víctima de engaños y de estafas pues son verdaderos trucos de magia religiosos los que nos hacen ver cosas ilusorias como si de verdad fueran ciertas, pues tan solo se trata de novelas en donde la ficción es la protagonista.    

 

En el mundo de la magia y de la ficción en donde abunda el engaño, la mentira y la prestidigitación, tan solo se necesita de dos ingredientes: El mentiroso o falsario que está preparado para engañar, manipular y hacer daño de manera muy consciente y los espectadores que están dispuestos a ser engañados mediante la magia y la ilusión, me refiero a los líderes religiosos haciendo de magos y sus seguidores que son los espectadores, la alta credibilidad del mago religioso cautiva la atención de sus ingenuos creyentes.    

 

La mentira, el engaño y la manipulación siempre debe de tener la apariencia de la verdad y es de esta manera que nacen los engaños y las ilusiones, el mago sabe que son cosas falsas pero el espectador cree que son cosas ciertas, los religiosos saben que están mintiendo pero al hacer el truco de magia los creyentes creen que este está diciendo la verdad, es cuando aparecen los fanáticos religiosos creyentes de este gran mago al cual le depositan sus diezmos, ofrendas y primicias para que el mago religioso se convierta en un hombre muy rico y poderoso.  

 

A esta ilusión religiosa que es verdadera magia es a lo que le llaman fe, pues la magia es creer en lo que no podemos ver, se debe de creer en un Dios en el cual no se puede ver, ni tocar, al igual que lo hace el mago creando la ilusión.    

 

El aceptar como verdad incuestionable cualquier truco de magia, es aceptar como verdad algo que no podemos ver o comprobar, pues el truco tan solo lo debe de conocer el mago, esto es lo que lo hace famoso, aclamado y muy rico, los líderes religiosos son muy astutos y por esto es que son verdaderos magos.   

 

La mayoría de los creyentes religiosos desconocen por completo el valor de la inteligencia natural del ser humano y se pasan de ser muy idiotas y muy tontos pues ven el truco de magia religioso que los está engañando sin cuestionarlo mientras que el mago que es el líder de sus iglesias no les permite conocer como se hace la ilusión tan solo les dicen que es cuestión de fe, o sea creer sin ver lo que se encuentra más allá y que está oculto.   

 

Los creyentes rechazan las verdades presentadas por la ciencia y que son verificables, mientras viven la ilusión de las religiones las cuales tienen muchas máscaras, pues les presentan muchas mentiras que supuestamente son divinas y de esta manera los líderes religiosos están cumpliendo con su objetivo, hacen o crean la ilusión para que la vean los ignorantes y muy tontos mientras estos sinvergüenzas se hacen muy ricos y poderosos.    

 

Mentir va en contra de lo que es la verdadera vida espiritual, y es gracias a estas mentiras e ilusiones que se crean las grandes doctrinas religiosas, obligan a creer en cosas que de ninguna manera se puede comprobar su autenticidad, es pura ficción, truco de magia pero lo hacen ver como si fuera la realidad.   

 

Hacer desaparecer del mundo como por arte de magia a todos los impostores líderes religiosos, políticos y militares, parece una tarea muy difícil, pues de magia y engaño, estos malvados son los expertos y los protagonistas.    

 

En toda la historia humana, lo dicho y prometido por los supuestos dioses o divinidades, lo dicho por supuestos escogidos o profetas, o lo dicho y prometido  también por políticos y religiosos jamás se ha cumplido, además no se les puede cuestionar y mucho menos juzgar, es un gran engaño el que digan que toda esta plaga maldita y maligna haya estado trabajando en bien de la raza humana o del planeta tierra, los hechos dicen todo lo contrario, creer a través de una fe ciega en la llegada divina de un poder superior que acabará con todos los males e injusticias de este mundo tan solo ha sido trucos de magia y de ciencia ficción, al igual que engaños y manipulación, estos sinvergüenzas líderes religiosos y políticos nunca han cumplido con lo que dicen o prometen, el discurso de siempre es el de prometer e incumplir con lo prometido, pues sus intereses es acumular inmensas riquezas materiales mientras la mayor parte de la humanidad sufre y se muere de hambre.  

  

De moralidad, ética, amor por los demás, o de santidad, nada tienen estos embaucadores que se hacen llamar líderes religiosos, ellos tan solo conocen a la santa y muy bendita mentira, el engaño y la parte malvada y depravada se encuentra muy bien sembrada en sus propios genes, nacen para ser demonios y llegan hasta la muerte siendo demonios, nada los hace arrepentir y cambiar como para que se vuelquen a ayudar a los más pobres y vulnerables.   

 

Los líderes religiosos y políticos tan solo piensan en sus propios intereses y esto ha sucedido en todos los tiempos, usan las creencias para conseguir riquezas y poder, al igual que lo hacen los reyes y los príncipes, se muestran como los salvadores y protectores, se muestran como los enviados divinos de los dioses, cuando la verdad es que son los depredadores y los causantes del sufrimiento humano.    

 

La política y la religión fue creada para someter a los pueblos, fue diseñada para crear la distinción de las clases sociales, la esclavitud por parte de una élite privilegiada no se ha ido del planeta tierra, hoy está más vigente que nunca, a través de una fe ciega les prometen una vida en el más allá cuando se mueran, muy prometedora, mientras ellos en el más acá, o sea en este mundo se dan la gran vida.