¿Por qué no se le debe de temer a un apocalipsis? 
 
La idea de un apocalipsis, del fin del mundo entero, da miedo.
 
Este mundo es en donde tenemos nuestra vida y nuestra familia y amigos al igual que nuestras pertenencias. Es el lugar en donde hemos vivido toda la vida. Nuestros seres queridos viven aquí. Hay siete mil millones de seres humanos, sin mencionar los animales, las plantas, la belleza natural y todos los logros de la raza humana. ¡Por supuesto que no queremos que le pase nada a este mundo!
 
Está bien que no queramos fingir que todo va a durar para siempre. Podría estallar pronto un holocausto nuclear; Podríamos morir de mil maneras distintas. Está bien que tengamos miedo de estas cosas.
 
Pero no dejemos que el miedo nos abrume. Debemos de ser muy claros para mantenernos ocupados todo el tiempo, ya sea que el mundo se acabe mañana o en cualquier otro tiempo. Se supone que debemos amar a los demás, servirles y ayudarlos como lo enseñó Jesús. Tenemos que trabajar para sostener a nuestras familias: alejarnos del pecado cultivando la virtud. Estar preparados para la hora de la muerte no importando como nos llegue o en que tiempo. Se supone que debemos de cuidar la Tierra, y a los animales como administradores responsables; para mantener la tierra limpia y saludable para que sea un lugar bueno para vivir. Se supone que debemos difundir las buenas nuevas a aquellos que no lo saben y vivir como un ejemplo de quién es Jesús para las personas que nos rodean. Y olvidarnos de los fines del mundo y de los apocalipsis.
 
No nos preocupemos si el mundo se va a acabar. Simplemente hagamos nuestro trabajo como verdaderos cristianos y dejemos que las cosas que están fuera de nuestro control sean lo que son.
En este mundo y en estos tiempos ya estamos viviendo un verdadero apocalipsis: guerras, violencia e injusticias por todos lados, hambrunas y miseria por distintas partes del mundo, desastres naturales, extinciones de animales, violación de niños y trata humana, perversión  sexual, ladrones y corruptos. 
 
Este mundo es muy agotador. A nuestro alrededor tan solo vemos violencia, enfermedad e injusticia. Y nunca mejora en ninguna de esas áreas para la humanidad en general. ¿Entonces por qué preocuparnos porque lleguen cosas peores que estas?
 
Lo que si debería de preocuparnos es nuestra salvación y la salvación de nuestros seres queridos y de los amigos y conocidos que no son salvos. Nosotros esperamos su salvación. Deberíamos de ver nuestro estado, y  de estar muy contentos de servir al Señor Jesús aquí y ahora, en lugar de estar esperando el fin del mundo en donde morirán miles de millones de seres humanos de la manera más terrible. Que se haga la voluntad de Dios como el quiera.
 
¡Entiendo totalmente tu miedo! Pero deberías de leer: Juan 3:16, “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo aquel que en él cree no perezca, sino que tenga vida eterna”. El verso es bastante sencillo. Si crees en el mensaje de Jesús, tendrás vida eterna. Lo que debe de interesarnos es ganar la vida eterna después de la muerte. ¿Estamos seguros que ya hicimos lo suficiente como para ir de regreso al reino eterno? Entonces por que estamos tan apresurados de que el fin del mundo llegue mañana cuando la mayor parte de la humanidad no va a ser salva. Incluyéndonos muchos de nosotros.
 
Si estamos preparados para la hora y el día de nuestra muerte, entonces dejemos de pensar en infiernos, castigos, juicios finales o fin del mundo.
 
Como cristianos nacidos de nuevo no debemos tener ningún temor en absoluto. Porque el verdadero amor echa fuera todo temor. El temor a la muerte también debe desaparecer. Si aún no somos perfectos, pronto lo seremos. Tendremos un cuerpo inmortal, ya no habrá más dolor, sufrimiento ni muerte. Todas las cosas serán nuevas y estaremos con el Señor nuestro Dios para siempre en su reino eterno.
 
Entonces, ¿a qué hay que temer? Como dice la biblia “si Dios es por ti, ¿quién contra ti?” Acepta, pues, el amor de Dios en Cristo Jesús y camina íntegro y sin temor. Porque no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, Aférrate a tu creencia, entonces no hay nada que temer.
Muchas personas que han creído que se acercaba el apocalipsis en distintas fechas erradas, nada hicieron para “prepararse” para el Apocalipsis o para la hora de la muerte. Lo que si hicieron fue almacenar comida, agua y equipo de supervivencia, vendían todas sus pertenencias y se las entregaban a sus lideres religiosos. Luego se quedaron sin trabajo, sin pertenencias y en la quiebra y sin con que sostener el hogar, o su familia. Tan solo por fanatismo religioso.
 
Esto no quiere decir que no tendríamos que estar preparados para sobrevivir ante grandes tragedias. Podrían llegar nuevos virus y nuevas enfermedades, o grandes hambrunas en el mundo. Podrían llegar guerras locales o una guerra nuclear. Erupciones volcánicas o terremotos.
Pero cualquiera de estas calamidades no acabará con toda la humanidad.
 
Incluso si el fin del mundo sucediera hoy o mañana, ¿por qué tendrías de tener miedo? Mientras creas en el mensaje de Jesús y te arrepientas de tus pecados, llegarás a la vida eterna. Será un día del fin del mundo muy feliz para los que están en Cristo.
 
El apocalipsis ambiental está matando más vidas humanas y la vida de los animales, que las que están muriendo en las guerras, estamos destruyendo al planeta tierra y este es un fatal apocalipsis ambiental. Al igual que cada día se están muriendo millones de niños por falta de alimentos, agua potable, medicinas y desnutrición. ¿cómo respondemos los cristianos ante este apocalipsis infernal? 
 
Que cosa es peor: El Apocalipsis bíblico o el apocalipsis ambiental que está destruyendo la tierra. Se supone que los discípulos genuinos de Jesús debemos de amar a todas las demás personas, amar a los animales y amar el medio ambiente. Esto hace parte de nuestra preparación para tener la vida eterna.

Revelación escrita por el espíritu de la verdad eterna Rubén Lòpez.